La sociedad socialista del conocimiento

AutorAntonio Salamanca Serrano
CargoInvestigador del Instituto de Altos Estudios Nacionales (IAEN) de Ecuador
Páginas15-50

Page 15

Ver Nota12

Page 16

“El conocimiento, como el amor y la libertad, crecen y florecen cuando se comparten” (proverbio africano anónimo).

“En una fase superior de la sociedad comunista, cuando haya desaparecido la subordinación esclavizadora de los individuos a la división del trabajo, y con ella, el contraste entre el trabajo intelectual y el trabajo manual; cuando el trabajo no sea solamente un medio de vida, sino la primera necesidad vital; cuando, con el desarrollo de los individuos en todos sus aspectos, crezcan también las fuerzas productivas y corran a chorro lleno los manantiales de la riqueza colectiva, sólo entonces podrá rebasarse totalmente el estrecho horizonte de [la ciencia burguesa]3y la sociedad podrá escribir en sus banderas: ¡De cada cual, según sus capacidades; a cada cual según sus necesidades! (K. MARX., Crítica del Programa de Gotha, 1875).

1. Introducción

Los conocimientos (el conocimiento científico), en sentido filosófico estricto, siguiendo a X. Zubiri4son explicaciones verificables (falsables) de parte de la realidad, fruto de una actividad racional en profundidad, mensurante e inquiriente. En este horizonte, la actividad racional se apoya en el análisis dialéctico de los hechos, y, ambas, a su vez, en la información de los mismos obtenida en la aprehensión primordial. Propiamente, ni esta última ni la opinión que ofrece el momento analítico dan conocimiento científico. Sin embargo, en el sentido lato comúnmente utilizado, con el concepto ‘conocimiento’ se suele referir, por un lado, a los tres momentos del dinamismo intelectivo de la inteligencia sentiente: la información sobre los hechos, su análisis dialéctico y la explicación racional de los mismos. Y, además, abriendo aún más el significado, se utiliza el término para aludir también a todos los modos interculturales y plurales de aprehensión de la realidad en la totalidad de su riqueza intelectiva, afectiva y volitiva (saberes)5.

Todas las sociedades a lo largo de la historia han sido sociedades del conocimiento. Sin embargo, como categoría, es utilizada por primera vez por el universitario

Page 17

Peter Drucker en 1969, y luego desarrollada por autores como Robin Mansell y Nico Stehr a partir de los años noventa del siglo XX6. La categoría bastarda se gestó en el seno de la economía del mercado capitalista. K. Marx7) ya había advertido que “[d] arle a la producción un carácter científico, es, por ende, la tendencia del capital, y se reduce el trabajo a mero momento de este proceso”. Fue un engendro, al que unos le encuentran parecido –y algunos confunden– con la sociedad de la información. La razón es el uso intensivo, en la generación de valor agregado (plusvalía), de la tecnología de la información y la comunicación (TIC) al servicio del capital8. Otros identifican el fenómeno con la industria científico técnica (ciencia aplicada e innovación) más la tecnología de la información y comunicación9(el uso intensivo de los conocimientos y la tecnología en la generación de plusvalía)10. En el bautismo se eliminó un apellido para ocultar la paternidad. Su verdadera denominación es sociedad capitalista del conocimiento o capitalismo cognitivo.

La pretendida “sociedad del conocimiento” es una auténtica falacia si se considera, por ejemplo, que según las mismas proyecciones que se efectúan en países como los Estados Unidos, el 70 por ciento de los puestos de trabajo que se crean en ese país no requieren de ninguna preparación profesional y menos de educación universitaria. El sofisma de la “sociedad del conocimiento” pretende ocultar que en estos momentos lo que se está generando es la más espantosa desigualdad social, expresada por supuesto en la educación, en la que una ínfima minoría accede a todo tipo de servicios educativos, mientras que la mayoría no tiene ninguna posibilidad de capacitarse, entre otras cosas porque el mercado laboral demanda en todos los países del mundo trabajo barato y sin ninguna preparación, como se observa en las maquilas y en las fábricas de la muerte que se implantan en todo el planeta.11

Page 18

Ahora bien, este monstruo, como dice A. Gorz12, no conduce a la verdadera sociedad del conocimiento, sino a un fascismo social cognitivo13a la barbarie cognoscitiva14. La sociedad capitalista del conocimiento es en realidad una sociedad del desconocimiento y la ignorancia de las grandes mayorías15. No de otro modo puede el capital tener mercado para vender mercancías cognitivas. “Se procura crear una rareza artificial en una esfera en la que la abundancia es la regla natural. Esto provoca enormes desperdicios”16.

…la ciencia está en peligro, y, en consecuencia, se vuelve peligrosa… las presiones de la economía son cada vez más abrumadoras, en especial en aquellos ámbitos donde los resultados de la investigación son altamente rentables, como la medicina, la biotecnología (sobre todo en materia agrícola) y, de modo más general, la genética, por no hablar de la investigación militar. Así es como tantos investigadores o equipos de investigación caen bajo el control de grandes firmas industriales dedicadas a asegurarse, a través de las patentes, el monopolio de productos de alto rendimiento comercial; y que la frontera, desde hace mucho tiempo imprecisa, entre la investigación fundamental, realizada en los laboratorios universitarios, y la investigación aplicada tiende poco a poco a desaparecer: los científicos desinteresados, que no conocen más programa que el que se desprende de la lógica de su investigación y que saben dar a las demandas “comerciales” el mínimo estricto de concesiones indispensable para asegurarse los créditos necesarios para su trabajo, corren el peligro de encontrarse poco a poco marginados, por lo menos en algunos ámbitos, a causa de la insuficiencia de las ayudas públicas, y pese al reconocimiento interno de que disfrutan, en favor de amplios equipos casi

Page 19

industriales, que trabajan para satisfacer unas demandas subordinadas a los imperativos del lucro.17En el siglo XXI, el genuino proyecto de la revolución de los pueblos ecuatorianos y nuestroamericanos no es la sociedad capitalista del conocimiento, sino encender la Sociedad Socialista de Conocimientos para el Buen Vivir18. Para ello es necesario como compromiso decidido: 1° Poner la educación, la investigación, las tecnologías de la información y la comunicación, así como la industria científico técnica al servicio del alumbramiento de todas las dimensiones de la inteligencia holística (sentiente) de los seres humanos19; de la satisfacción del sistema de necesidades de los pueblos y del ecosistema de la Naturaleza, y del florecimiento del sistema de capacidades de los primeros, y del equilibrio de la Madre Naturaleza; 2° Democratizar la producción, circulación y apropiación de los conocimientos: de todos, por todos y para todos; 3° Poner el conocimiento al servicio de la revolución socialista del Buen Vivir; de la estrategia política de emancipación e integración histórica socialista del país, la región y el plane-ta. La brecha a superar es mucho más radical que la digital20) tecnológica y cognitiva: es la del sistema de clases que las genera. Es el conocimiento al servicio del proyecto político de la liberación de la esclavitud cognitiva e ideológica, económica y militar; de la realización humana de los pueblos.

El tránsito del capitalismo del conocimiento implantado en el Ecuador en los últimos quinientos años (irracional en los fines, alienante, elitista, clasista, colonial, explotador, opresor y criminal), a la Sociedad Socialista de Conocimientos requiere mucho más que el cambio de la educación superior y la creación de centros superespecializados de investigación. Requiere “una verdadera Revolución del Conocimiento que implique la democratización del acceso al conocimiento y el usufructo colectivo del mismo”21. Exige una revolución cultural y política en la que la pluralidad y diversidad de los pueblos se apropien de la producción (1), circulación (2), y distribución y consumo

Page 20

de los conocimientos (3), para asegurar la producción y reproducción de sus vidas y la del Planeta; y acabar así con la sociedad del capitalismo cognitivo22.

2. La producción socialista del conocimiento: todos los ecuatorianos en un colaboratorio
2.1. El sistema de necesidades/capacidades de los pueblos ecuatorianos y los medios de producción de conocimientos

En el Ecuador, como en toda Nuestra América, en la producción de conocimientos el capitalismo ha reducido y transmutado históricamente el sistema de necesidades populares y de la Naturaleza a necesidades especulables, explotables y rentables, según sus criterios mercantiles de acumulación, y de utilidad para el dominio ideológico y la opresión militar23. No...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR