Sochi: Peligro latente

AutorPatricia Lee Wynne

Alexei Valento, de 12 años, su papá y su primo Alexandr Dolguij, de 11, se disponían a comprar boletos de tren a Moscú para las fiestas de fin de año. Aficionados al futbol, ya no volverán a jugarlo: murieron el pasado 29 de diciembre en el atentado suicida contra la estación de trenes de la ciudad de Volgogrado. Un día después una carga de explosivos hizo estallar un autobús del transporte público en esa ciudad. El resultado de ambos atentados fue de 34 muertos.

Volgogrado quedó paralizada por el miedo. La gente desapareció de las calles, que se llenaron de agentes de las fuerzas de seguridad, quienes revisaron los paquetes de las señoras que suben a los autobuses y detuvieron a más de 700 personas. Las botellas de champaña para el brindis de Año Nuevo se quedaron en las I góndolas de los supermercados al tiempo ' que las redes sociales hervían de fotos de posibles sospechosos.

Volgogrado volvió a ser noticia mundial, no por la memorable batalla de Stalingrado -como se llamaba antes esta ciudad- que en 1943 selló la suerte de la II Guerra Mundial cuando las fuerzas soviéticas derrotaron al ejército alemán al costo de 2 millones de muertos, sino por haber sido elegida por los rebeldes islámicos para sembrar el terror, a escasas seis semanas de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi, ubicado a 700 kilómetros de Volgogrado, en la costa del Mar Negro.

Por primera vez en la historia de estos Juegos Olímpicos, el país anfitrión tiene un récord de 32 atentados terroristas en un año (2013), según el sitio web kavkaz-uzel. ru. Entre ellos se incluye el realizado en octubre último por una mujer suicida que hizo estallar sus explosivos en un autobús en Volgogrado, asesinando a seis personas.

De hecho, según este mismo sitio, desde 2000 hasta la fecha en todo el territorio de Rusia se han cometido 81 actos terroristas con la participación de 123 suicidas -por lo menos 52 de éstos fueron mujeres-, como resultado de los cuales murie-ron mil 216 personas y 3 mil 262 quedaron heridas.

Con todo, hasta antes de los atentados de diciembre parecía que la preocupación más importante del Kremlin consistía en neutralizar las protestas de atletas gays contra las leyes aprobadas por el Parlamento ruso que prohíben la propaganda homosexual, pero la realidad irrumpió en su forma más cruel.

La "vertical del poder"

Andrei Soldatov, jefe de redacción del sitio web agentura.ru, especializado en temas de seguridad, dice a Proceso: Si bien por...

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