La sobrina sin remedio

Rudeza y gentileza, según la ocasión

Te ves bien cachonda, ¿te gusta hacerlo bruscamente o tiernamente?

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Eso depende mucho del humor en el que ande, de las vivencias del día, además de que soy muy visual y fantasiosa. Es decir, si amanezco con las hormonas al nivel máximo, todo ese día perderé la cabeza como un cerillo, ya que me prendo rápido y fácilmente, hasta con un simple arrimón, ahí lo quiero fuerte, brusco, que sea enérgico a la hora de la penetración, pido a gritos que se meta hasta el fondo para sentir ese volcán explotar dentro de mí y que su lava ardiente escurra por mis piernitas que siempre me quedan temblando, jijiji. Pero en otras ocasiones soy tan delicada como la hermosa flor sobreviviente del invierno, jajaja, bueno, algo así, porque quiero que me den muchos besitos en el cuello, en la espalda, que llegue hasta mis pompis, me muerda el pliegue que se hace entre la redondez de mi nalga y mi pierna, que juguetee con mi cuerpo y me haga sentir como una princesa, tanto que al introducirse sea tan tierno como si fuera mi primera vez (las que sólo me imagino, porque mi primera vez fue un fiasco total como ya les he platicado, jajaja) lento, suave y profundo con un dolor desgarrador, pero reconfortante. ¡Hoy ando muy poética!

Amistades cariñosas, fantasías incestuosas

¿Alguna vez se te ha antojado algún familiar o amigo?

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Esta respuesta será muuuy polémica. Si mi mamá y mis amigos leen esto, sé que se enojarán mucho, pero no me importa, a mí me gusta escribir la realidad de mi vida. De mis "amigos" les puedo contar que a algunos sólo les hacía pruebas, si ellos aguantaban mis chupadas, entonces pasarían a la siguiente etapa que era tener sexo con ellos, pero por desgracia solo los tenía cinco minutos, ya que terminaban muy rápido, todos me dejaban caliente y yo esperaba más de ellos, jajaja. Ahora, nunca tuve la oportunidad de verle el pene a algún hombre de la familia, sin embargo recuerdo que cuando era pequeña y no sabía de sexo, mi prima (que era de mi edad) y yo, nos masturbamos sin saber lo que hacíamos. Nos subimos la faldita y juntamos nuestros conejitos mientras ella estaba acostada en la cama de mi tía, yo...

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