La sirena del mar

AutorAndrés Henestrosa
Páginas73-73
LA NOCHE del 24 de diciembre
es noche providencial, mila-
grosa. Cuando niño –porque
hay niñez allí donde reinan los
cuentos–, salía a caballo a recorrer la playa para ver salir a la
media noche a la sirena del mar, para escuchar su canto,
revuelto con los tumbos y retumbos de las olas. Tal vez por la
canción del mar; acaso porque nos faltara virtud; o porque
algunos de los ritos no se cumplían debidamente, nunca la
vimos ni oímos su cantar. Sólo la canción del mar, sólo el ca-
beceo de las olas, su solo cabrilleo. Yo la vi y oí una vez, pero
se me ha olvidado…
73
La sirena del mar

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR