Tiempo de Negocios / IP y sindicato firmes en sus posturas en el IMSS; Flores con todo el respaldo y la requisa como opción

AutorDarío Celis Estrada

Esta es la semana "D" para el Seguro Social. El sindicato lo tiene emplazado para el próximo viernes a las 12 de la noche. Si no accede a sus peticiones estallarán la huelga, incluso en los servicios de emergencia.

Esa fue de las últimas advertencias que lanzó el líder Roberto Vega Galina, quien volvió a demostrar la cerrazón del gremio, más allá de la creencia inocente del Gobierno, de que su contraparte está dispuesta a negociar.

En el sector empresarial no hay duda: los líderes que gobiernan el sindicato no entienden razones, por lo que urgieron a Vicente Fox ha echar mano de la requisa como fórmula inmediata para evitar una crisis en servicios de salud.

Tanto en el CCE, que preside José Luis Barraza, como en la Concamín que comanda León Halkin y la Coparmex que capitanea Alberto Núñez Esteva, tampoco están dispuestos a ceder a los amagues del gremio.

Sin embargo les preocupa mucho que la administración foxista sí se deje chantajear. Al menos por la pésima señal que envió Ramón Muñoz, el número dos de Los Pinos, cuando presionó a Santiago Levy, para que diera marcha atrás.

Ya la semana pasada le referíamos el impacto que tiene el Régimen de Jubilaciones y Pensiones del IMSS en sus finanzas. Su monto superó ya en el 2004 lo que se destina para la compra de medicinas y material de curación.

El sindicato exige la derogación de las reformas a los artículos 277D y 286K de la Ley del Seguro Social que fueron aprobadas por unanimidad el año pasado. Los ajustes lo único que buscan es tapar la fuga de recursos.

En ningún momento plantean eliminar las "conquistas" de ese sindicato, sino evitar que el famoso régimen devore las limitadas cuotas que se pagan al IMSS por una pirámide poblacional mal invertida a costa de esas "conquistas".

Y es que el origen de la crisis financiera se encuentra justamente en adiciones que se le hicieron en 1966 al régimen, cuando los trabajadores comenzaron a aportar sólo el 1 por ciento de su salario.

Como el dinero era insuficiente, empezaron a completar el fondo de pensiones o la nómina de sus jubilados con el dinero que anualmente se le presupuestaba al Seguro Social para gastos de operación.

Un trabajador no tenía edad oficial de ingreso al IMSS, pero lo que sí era seguro era que al cabo de 28 años de servicio, en el caso de los hombres, y 27 años, en el de las mujeres, se podían jubilar.

Otra de las grandes "conquistas" del sindicato eran que los jubilados se retiraban con una pensión equivalente al 130 por...

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