Sexo, amor y política...

AutorGuadalupe Loaeza

Enviada

PARIS.-Según sus autores, Christophe Dubois, periodista del diario Parisien, y Christophe Deloir, de la revista Point su intención era develar la "hipocresía" sobre este aspecto de la vida pública. "Los hombres políticos presentan una vida muy tranquila que en realidad no es su verdadera vida. Es una zona no explorada, un tema tabú el cual rompimos con la complicidad de la clase política".

Uno de los capítulos que más llamó la atención entre los lectores no obstante ya estaban al tanto gracias a las revistas de corazón, fue el de las constantes separaciones de Cecilia y Nicolas Sarkozy. "Cecilia tuvo en sus manos el expediente de su marido, con nombres, fechas, lugares, de las supuestas infidelidades de su marido".

Aparentemente, las mismas personas que le proporcionaron esta información a la posible futura Primera Dama de Francia, Cecilia María Isabel Ciganer-Albéniz, fueron las que dispersaron la información a toda la prensa.

Hay que decir que la revista Le Nouvel Observateur del mes de septiembre de 2006, ya le había dedicado todo un reportaje al "L'affaire Cécilia: la verité", apoyado en el libro de Serge Raffy, en el cual se hablaba de todas las tormentas de este matrimonio que no deja de provocar rumores, muchos rumores.

Qué tan constantes e intensos habrán sido todos estos chismes que el propio Sarkozy se vio obligado de tomar el toro por los cuernos y confesarle al pueblo francés que, en efecto, su matrimonio con Cecilia pasaba por un momento muy crítico. En esa conferencia de prensa, el candidato de la derecha tuvo que admitir, asimismo, que en esos momentos salía con una periodista del periódico Le Figaro, llamada Anna Fulda.

Respecto a las aventuras de este candidato tan "seductor" ya se había corrido el rumor en todos los pasillos de todos los Ministerios, que cuando Sarkozy era Alcalde de Neully, él y Claude Chirac, hija del Presidente, habían sido más que amigos...

Pero volvamos con Cecilia y con Nicolas, una pareja tempestuosa, cuya relación se interrumpe a la menor provocación. Todo empezó en 1986, cuando el joven Alcalde de Neully-sur-Seine de 23 años, es decir, Sarkozy, casó a Cecilia con su novio, el célebre conductor de programas de diversión Jacques Martin.

En el momento en que la novia es "unida por los lazos del matrimonio", Nicolas queda absolutamente prendado por esa joven morena, de ojos claros que emanan una flama extraña y esa sonrisa tan angelical. De pronto siente una descarga eléctrica, una atracción...

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