Sergio Elías Gutiérrez / ¿Veinte años no es nada?

AutorSergio Elías Gutiérrez

En 1946, Miguel Alemán fue el primer civil en llegar a la Presidencia en la época posrevolucionaria. Hijo de un militar revolucionario, fue bautizado como el "cachorro de la Revolución".

Su llegada significó el abandono de la retórica revolucionaria y la segunda supuesta modernización del País, siendo la primera en el Porfiriato.

Impulsó la inversión extranjera, el amparo en materia agraria, la urbanización del País y también la primera horneada de ricos desde el poder.

En ese proceso, la Revolución y su partido se institucionalizaron para mediatizar las luchas sociales. La pobreza se hizo más visible a medida que crecía la desigualdad entre los nuevos ricos a los que "hacía justicia la Revolución" y los que seguían esperando su turno.

Otra modernización, la tercera -que no fue la vencida-, se inició hace 20 años, el primer día de enero de 1994, casi para concluir el mandato de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994).

En su sexenio se modificó la Constitución para concluir con la reforma agraria, y para reconocer a las Iglesias legalmente. Se privatizaron centenares de empresas estatales en beneficio de inversores privados: Telmex, Altos Hornos, Nacional Hotelera y muchas más.

El 1 de enero de 1994 entró en vigor el TLC con Estados Unidos y Canadá que significaba la apertura total del País a la inversión extranjera y al libre comercio. Se dejaba atrás un modelo de desarrollo de economía mixta y protección a la inversión nacional.

Con el TLC apareció también la rebelión zapatista, llamada la primera revolución social del siglo 21. El EZLN aguó la fiesta con la que Salinas celebraba la supuesta entrada al Primer Mundo.

El resultado fue la llegada de miles de empresas extranjeras a invertir en el País y en muchos casos a adquirir empresas mexicanas que pasaron a manos de extranjeros.

Nuevo León, salvo contadas excepciones, es un ejemplo de ese proceso.

Desde entonces, lo más destacado de estos 20 años es la aparición de un reducido número de mexicanos entre los supermillonarios del mundo. Y, como resultado perverso, millones de nuevos pobres a los que los sistemas económico y político no han podido incorporar al tren de la modernidad.

Para paliar este problema, Salinas creó un programa social, Pronasol: millones de mexicanos pasaron a depender de la caridad pública para sobrevivir. Con todo y eso, el PRI salió del poder en el 2000 para regresar 12 años después.

Con Enrique Peña Nieto el regreso significó otro proceso de reformas, ahora por vez...

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