Sectas: ¿crisis religiosa?

AutorInder Bugarin

Bélgica

Bruselas.- Entre Parlamentarios y teólogos, hay quienes dicen que la Europa rica pasa por una crisis, al haberse debilitado el papel que habitualmente desempeñaban las Iglesias tradicionales. Otros aseguran que la sociedad europea está buscando una salida ante un mundo cada vez más técnico y materialista.

Lo cierto, es que la Unión Europea (UE) vive una verdadera explosión de la oferta religiosa, un "supermercado de la fe" dominado por nuevos tipos de culto, que bajo la máscara de convicciones filosóficas o religiosas, no hacen más que transgredir los derechos del hombre y las leyes. Algunos de estos grupos aseguran ser "nuevos movimientos religiosos" y como tal, exigen su reconocimiento y los mismos derechos que otorga el Estado a las iglesias constituidas.

Sin embargo, el Centro de Información y Asistencia sobre Organizaciones Sectarias Peligrosas, creado por la Cámara de Representantes de Bélgica, afirma que la mayoría de estos organismos causan "graves" perjuicios en la sociedad.

Entre sus principales características está la existencia de un líder carismático; la fuerte presión para abandonar o romper con las relaciones familiares de los afiliados; la gran insistencia a guardar fidelidad al grupo; el abuso psíquico con el bombardeo de doctrinas bíblicas; la profesión de ideas antisociales y la extorsión financiera.

Sus principales allegados, son adolescentes y aquellas personas que abandonan las religiones "tradicionales". Por ejemplo, en Holanda, el 20 por ciento de las personas que renuncian a una Iglesia, principalmente aquella impuesta por sus padres, se describen como "buscadores de la verdad espiritual y filosófica absoluta", sostiene el Buró Gubernamental de Planificación Social y Cultural de los Países Bajos.

Durante el último decenio, los Gobiernos y los Parlamentos de la UE, han centrado su atención en la proliferación de asociaciones de carácter sectario, especialmente en aquellas consideradas extremistas como "la Orden del Templo Solar" en Francia, y "Milli Gorus", en Alemania.

María Berger, eurodiputada del Partido Socialista Europeo, ha expresado ante la Eurocámara, la necesidad de combatir la manipulación mental y el condicionamiento psíquico e intelectual que ejercen algunas agrupaciones. No obstante, sus colegas y las autoridades federales de los Quince, se dan de topes al momento de buscar el punto intermedio entre protección y libertad de expresión y asociación.

El problema se recrudece al no existir una definición jurídica de la noción de secta en la mayoría de los estados miembros, entre ellos Francia, que registró en diciembre de 1995 una de las páginas más crueles del sectarismo, cuando 16 personas se arrebataron la vida, entre ellas tres niños, en el poblado...

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