Santa Fe, en la ira

AutorSara Pantoja

El anuncio de la construcción del Tren Interurbano Toluca-Valle de México, o tren rápido México-Toluca, es una nueva amenaza para sus pobladores, quienes -empujados por la falta de información y el temor a expropiaciones- han realizado marchas, instalaron un plantón permanente y dan visos de un posible "estallido social".

Santa Fe fue el primer poblado fundado en la Nueva España por Vasco de Qui-roga, quien en 1531 dirigió la instalación de un hospital-pueblo para atender a los enfermos y desamparados e instruirlos en la fe católica. Desde entonces los habitantes se involucraron en un nuevo modelo de convivencia social, relata LorenaÁlvarez Moreno, directora de la Casa Ernesto Meneses.

Especialista en la historia de esta zona, asegura que una primera invasión del pueblo y sus zonas aledañas ocurrió a principios del siglo pasado, cuando los terrenos fueron escarbados para satisfacer las necesidades de la industria de la construcción en el centro de la ciudad. Como consecuencia, se formaron minas de arena que hasta hoy continúan apareciendo y llenando de temor a los pobladores por posibles derrumbes.

Más tarde, por el creciente costo de extracción de la arena, llegó un segundo "castigo" para la población: la conversión de la zona en basurero. De nuevo la afectación fue social y ambiental. Los bosques y milpas, las fiestas y tradiciones alrededor de la parroquia del pueblo, resultaron trastocados.

La investigadora de la Universidad Iberoamericana cuenta que en 1981 la población se vio afectada por tercera vez, ahora por el surgimiento del Plan Maestro para la Zona de Desarrollo Controlado Santa Fe, el cual planteó como gran eje estratégico el desarrollo económico y urbano del poniente de la ciudad.

La población fue afectada con la ampliación de la avenida Vasco de Quiroga, ya que se destruyeron las antiguas fachadas y se perdieron 10 metros de sus hogares. El daño fue directo al patrimonio de sus habitantes; mucha gente fue obligada a firmar hojas en blanco y ni siquiera fue indemnizada.

La construcción de la llamada "Santa Fe City" o "el pequeño Houston" obligó a reubicar a las familias de pepenadores en nuevos asentamientos de las barrancas del Río Becerra-frente al pueblo de Santa Fe-, sin planeación urbana ni servicios, pero sí con la promesa de que los beneficios del mega-desarrollo llegarían a los desplazados. Eso no sucedió.

El nuevo polo de modernidad y lujo por un lado, y el olvido y la pobreza por el otro, dieron vida a bandas como...

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