El sangriento sello de Abarca

AutorAbel Barajas

MÉXICO.- Las víctimas de José Luis Abarca tenían un sello distintivo: el tiro de gracia lo recibían en la cara.

Los asesinatos del primer síndico municipal Justino Carbajal Salgado y del líder de la organización Unión Popular (UP), Arturo Hernández Cardona, así lo certifican.

El 18 de marzo de 2013, en Iguala, dos sujetos encapuchados y armados bajaron de un auto en la calle Zaragoza y sometieron a Daniel Rivera Brito, escolta de Carbajal a quien sangraron en la cabeza a cachazos.

Le cubrieron el rostro con un trapo y lo metieron a otro vehículo, lo tiraron al piso y volvieron a golpearlo hasta dejarlo inconsciente.

Rivera Brito, quien despertó en un camino de terracería, es un policía preventivo que llevaba su tercer día como escolta del primer síndico Justino Carbajal Salgado.

Eran las 19:00 horas cuando los agresores entraron al edificio marcado con el número 96 de Zaragoza y subieron al segundo piso, donde estaba el funcionario municipal, quien había ido a visitar a su madre.

Los embozados esperaron a que Carbajal saliera del departamento y, teniéndolo a modo, le dispararon en distintas partes del cuerpo.

Uno de los balazos dio en la cara, según documentos anexos a la causa penal 100/2014 del Juzgado Primero de Distrito en Procesos Penales de Matamoros. El cuerpo de Carbajal cayó en unos escalones.

"Falleció por traumatismo craneoencefálico por herida producida por proyectil disparado por arma de fuego penetrantes de cara y anemia aguda por hemorragia interna y externa por heridas producidas por proyectiles disparados por arma de fuego penetrantes de abdomen y extremidades pélvicas", dice la necropsia.

Carbajal tenía 45 años cuando fue asesinado, sano y sin vicios, pues no tomaba bebidas alcohólicas, no fumaba ni era consumidor de drogas.

Dedicado a la política, era de religión cristiana y padre de tres hijos, dos hombres y una mujer.

El móvil del crimen no está muy claro en las investigaciones, pero los indicios apuntan a que Carbajal llevó a cabo trabajos de obra pública y supuestamente no entregó la "participación" que le correspondía a Abarca en este tipo de negocios.

"(Se cumplieron) las órdenes del José Luis Abarca, ya que éste no estaba nada contento con el síndico Justino Carbajal Salgado, ya que en una obra que realizó junto con su hermano, creo que Saúl, habían ejecutado obras y no le habían dado participación a José Luis Abarca", dijo un sicario que mantuvo en cautiverio a Nicolás Mendoza Villa, según el testimonio de este...

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