San Cadilla

TE EXTRAÑAREMOS, 'OMNIYORCH'

Conocí a Jorge Vergara en el 2002 cuando andaba en campaña en búsqueda de comprar a las Chivas.

Las palabras tan elocuentes y bien articuladas emanaban con la destreza de un encantador de serpientes y encajaban a cada problemática del Rebaño. Las miradas de quienes escuchábamos en ese grupo eran de incredulidad, pero hey, ese tipo pasó de ser un vendedor de carnitas a poseer un emporio transnacional de multivitamínicos.

¿Comprar al Club Guadalajara? Por supuesto que puede hacerlo, pensé.

Muchos no lo creyeron, incluyendo Francisco Cárdenas, entonces presidente de la AC que no pudo contrarrestar con saliva los cañonazos de metálico que Jorge soltó a los socios y que dejó a los directivos de antaño, con mucha dignidad y prosapia, pero enfrascados en una estéril lucha legal.

Vergara habló de construir un estadio, y también muchos dudaron. Soñó con tener una filial en Estados Unidos, y Chivas USA jugó 10 años en la MLS. Quiso expandirse a Centroamérica, y fue dueño del Saprissa.

Supo vencer y convencer. Fue un gran orador, polémico y disruptivo, pero que todos escuchaban cuando hablaba.

"El Omniyorch" era intenso y de mecha corta. Siempre lo comenté, su problema no era lo que decía y planeaba, sino lo que terminaba haciendo.

Sus buenas intenciones no siempre prosperaban en el acelerado mundo del futbol mexicano, donde hay de todo menos paciencia. Un desfile de entrenadores a los que les juraba públicamente tiempo para cumplir objetivos, que no llegaba.

Porque él creía firmemente en las ideas y en los objetivos, aunque no siempre respetaba las formas. Es entendible. Es fácil desde afuera criticar las decisiones cuando no es el dinero y el prestigio propio el que está en juego.

Ivar Sisniega, Juan José Frangie, Rafael Lebrija, Néstor de la Torre (en dos ocasiones), Pedro Sáez, Efraín Flores, Rafael Ortega, José Luis Real, Johan Cruyff, Marcelo Michel Leaño, Dennis te Kloese, Manuel Herrero, Rafael Puente, José Luis Higuera... ellos fueron alguna vez la mano derecha de Jorge.

Hay que reconocer que el "Omniyorch" siempre quiso hacer las cosas de la manera correcta. Eliminó los dobles contratos en las Chivas para no evadir impuestos, creía que los futbolistas debían recibir preparación académica y mental -aunque fueran ellos mismos...

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