Roberto Gómez Junco / Esdrújulo y futbolero

AutorRoberto Gómez Junco

Sigue siendo algo increíble esto del futbol como fenómeno social.

En México y en todo el mundo, este maravilloso juego-deporte-espectáculo-negocio provoca reacciones que ninguna otra actividad deportiva se acerca a provocar.

Ni siquiera en los musicales rubros, y a veces tampoco en lo que respecta a las diferentes preferencias y manifestaciones religiosas, se consume a tal grado y con tal avidez el correspondiente producto.

La camiseta del propio equipo se presume y se defiende con mayor fervor que el exhibido al presumir o defender -cuando los hay- las propias ideas y los particulares principios.

Un futbolero fervor que ha proliferado a lo largo, ancho y redondo del planeta, pero que cada pueblo vive a su manera.

En este México mágico y lúdico, intrépido y enigmático, pero también trágico y abúlico, anémico y paradójico, las cosas del futbol se tornan inevitablemente "esdrújulas".

Esdrújulas en el implícito y folclórico sentido de únicas, inéditas, volátiles, atípicas.

Sólo en México se consume con tal beneplácito, por ejemplo, ese suculento producto llamado Selección Mexicana, esa "gallina de los balones de oro" tradicionalmente exprimida al máximo.

Sólo en México y en su Liga MX puede un dueño serlo de varios equipos, o puedes garantizar con dinero la permanencia en Primera División que no supiste defender en la cancha; o puedes ser campeón en tres semanas aunque hayas ocupado el octavo lugar después de 17 ó 18 jornadas.

Lo que nuestro futbol sí comparte por completo con el de otros países, es la tremenda repercusión que va más allá de las canchas.

Como también sucede en otros lares, al realizar en México cualquier recorrido a lo largo de su historia, en...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR