Rituales prehispánicos en la Riviera Maya

AutorIvett Rangel

Los mayas, hacia el año 1250, emprendían largos viajes desde el sur de Tabasco hacia las costas de Quintana Roo. ¿El propósito? Además de comercializar jade, cacao, maíz, copal, condimentos y cerámica, entre muchos otros productos básicos, venerar a la diosa Ixchel, aquella de "la de tez blanca".

Diosa de la luna y de la tierra, diosa de la fecundidad y de los nacimientos, diosa del tejido y de la pesca, diosa de las aguas marinas y de la muerte... Diosa que invitaba, y que hoy nuevamente lo hace, a peregrinar hasta el mar, principalmente hacia el puerto de Polé (el Xcaret actual) y de ahí a Cozumel.

Ixchel es la diosa que regía el punto cardinal del este, y la costa más al este se encuentra en dicha isla, por lo que se convirtió en el sitio principal de su veneración.

Hoy, después de tantos siglos, se recupera esa tradición. El 1 y 2 de junio se realizará La Travesía Sagrada con alrededor de 35 embarcaciones llenas de flores como ofrenda.

Se dice que aquellos peregrinos que lograban atravesar el mar hasta Cozumel, una distancia de 20 kilómetros desde tierra firme, tenían la oportunidad de participar en los rituales en honor de la diosa, y por boca de un sacerdote, de escucharla. Ixchel, además, era la diosa de la adivinación, por lo que sus mensajes eran fundamentales para regular diversos aspectos de la vida cotidiana de los mayas, por ejemplo los días...

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