Ricardo Omaña / Conducta antisocial

AutorRicardo Omaña

ESCUCHÉ que algunos padres que tienen a sus hijos en colegios particulares se habían molestado ante la posibilidad de que la Secretaría de Educación extendiera su campaña "antidoping" a las escuelas de paga.

Esto me parece inaudito, pues hablamos de una medida social preventiva para evitar que los adolescentes sean presa de las adicciones insanas, lo que se supone debe interesar a todo padre de familia, sin importar su condición económica.

¿Qué harían estos padres con su "molestia", llegado el caso, de que uno de sus hijos fuera sorprendido drogado en la vía pública, cometiendo además alguna falta o delito? Creo que asistir a una escuela pública o privada no cambian los conceptos del derecho y las obligaciones. Todo individuo que viva en sociedad está obligado a respetar las normas sociales. Sean leyes o reglamentos.

Además, la obligación de las autoridades, en este caso las educativas, es velar por el interés social, por la salud social, que está por encima del interés personal o familiar.

El "antidoping" que harían Educación y Salud Pública no es para denigrar a los niños, sino para advertir a los padres de la conducta perniciosa de algunos adolescentes y sobre todo que, desde hace años, la drogadicción ha llegado a niños y adolescentes.

Un caso similar, por lo antisocial, sucedió el año pasado, cuando varios jefes de familia se opusieron a que personal de Salud Pública ingresara a sus casas para detectar y erradicar el mosco transmisor del dengue, plaga que atacó con furia a nuestra zona metropolitana.

La fumigación que hace Salubridad es por sectores, pero si en un sector alguien se opone o la evita, de poco sirve si en un domicilio queda una fuente de propagación. La falta de cooperación de un solo vecino es potencialmente un riesgo a la salud de su familia, pero también de muchas otras familias.

¿Están en su derecho de sabotear una medida para proteger la salud colectiva? Es evidente que no, pues el derecho individual termina donde empieza el derecho de los demás. ¿De dónde proviene esta moderna rebeldía de los ciudadanos?

Quiero equivocarme, pero me parece que esta distorsión de criterios proviene de quienes en los últimos tiempos interpretan los derechos humanos, y que estimulan las conductas antisociales.

Ellos han mandado al diablo incluso la disciplina en las escuelas, donde los maestros ya no pueden ni regañar a los alumnos, así éstos sean conflictivos, peleoneros, incluso ofensivos con sus profesores.

Por ejemplo, a la Comisión...

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