Reúnen ases del crimen mil 400 años de prisión

AutorLeticia Fernández

Apenas son 10 internos y juntos reunen más de mil 400 años de sentencia. Cometieron robos, secuestros, violaciones y homicidios, unos aceptan el delito pero otros aún creen en su inocencia y en ella se escudan para afirmar que algún día serán libres.

Hoy sobreviven en prisión, encerrados en módulos de alta seguridad ven alejados sus sueños de caminar por los pasillos de la Penitenciaría de Santa Martha, de convivir con otros reos, de asistir a la escuela, a terapias y talleres.

Sus elevadas sentencias los hacen vivir una doble cárcel porque representan un riesgo para las autoridades, dicen que no tienen nada qué perder con las penas que superan los 80 años de prisión y en cualquier oportunidad puedan delinquir nuevamente o intentar una evasión.

Noé tiene una pena de 452 años por robo, extorsión y asociación delictuosa; Miguel Angel 148 años por cometer delitos contra la salud y lesiones calificadas; José Ignacio 126 por robar nóminas y utilidades de empresas; José Alberto recibió 116 años de sentencia por tres homicidios.

En tanto, Eduardo y Miguel Angel sumaron cada uno 107 años, el primero por robar a mano armada y asesinar a su novia en el reclusorio, el segundo por violación y robo; Ramón supera los 104 años por homicidio calificado, violaciones tumultuarias, lesiones, robo y asociación delictuosa.

Adán tiene en su contra 89 años de cárcel por homicidio, robo, lesiones; mientras Miguel tiene 81 años de sentencia por dos homicidios cometidos con ventaja; seguido de Esteban con 80 por los mismos delitos.

Ellos son los internos con las sentencias más elevadas que ya causaron ejecutoria y por lo tanto deben cumplir como máximo 50 años en prisión como lo establece el Código Penal.

A la lista también se suma el multihomicida Orlando Magaña con 353 años de prisión aunque él aún no agota los recursos legales para modificar la resolución judicial.

Le favorece la cárcel

Noé, fue detenido en 1995 como miembro de una banda organizada, tenía la labor de cobrar los cheques que sus cómplices exigían a las víctimas durante los asaltos a empresas, tiene 44 años de edad, cumplirá su sentencia en el año 2460.

"Le doy gracias a Dios porque llegué aquí, no valoraba a mi esposa a mi familia, ellos son mi pilar porque nunca me han dejado caer, ellos han luchado para que se resuelva mi situación", dijo.

El interno tiene nueve años preso, en este tiempo tuvo la oportunidad de fugarse en dos ocasiones, pero las rechazó como también lo hizo cuando le ofrecieron...

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