Los retos de la abogacía o ¿la abogacía del futuro?

AutorLuis Mario Lemus Rivero
CargoSocio en Calderón & de la Sierra
Páginas12-12
12
EL ECONOMI STA
Legal
MIÉRCOLES 20 de febrero del 201 9
DESAFÍOS
Los retos de la abogacía o
¿la abogacía del futuro?
Luis Mario Lemus Rivero
socio en Calderón & de la Sierra
Hoy en día las nuevas tecnologías como la inteligencia
artificial enfrentan diversos retos en su ejecución, uno de ellos
es sin duda su colisión con la ciencia del derecho.
Entre las mayores interrogantes que presupone este tema, están
sin duda: ¿Qué sucede cuando tecnologías como: machine learning,
deep learning o data mining están a la cabeza de las decisiones legales
en una firma o un juzgado? ¿Qué habilidades necesitarán desarrollar
los abogados para poder evaluar adecuadamente la calidad de la jus-
ticia que fluye a través de las decisiones basadas en analítica de datos?
Aunque la respuesta no es sencilla, Ross —probablemente el abo-
gado más inteligente del mundo— estoy seguro es algo que fácilmen-
te pudiera responder.
¿Quién es Ross?
Ross es un “asistente legal” creado por IBM bajo protocolos de
inteligencia artificial, utilizado ya por diversas firmas importantes de
Estados Unidos, el cual tiene la capacidad de formular hipótesis que
respondan a una pregunta concreta y documentarlas analizando to-
do el orden jurídico, las jurisprudencias o sentencias existentes sobre
un tema en concreto en segundos, esto es, responder a una pregunta
con una respuesta estructurada que “él” considera más acertada se-
gún los datos y textos legales consultados. Imposible por un ser hu-
mano en cuanto a tiempo y resultado.
No creo que la mayoría de las funciones de los abogados pue-
da suplirse de forma sencilla por algoritmos de inteligencia artificial
que solamente procesan información y dan respuestas estructura-
das a preguntas concretas de acuerdo con las bases de datos que
los alimentan, lo que sí me preocupa es el desarrollo de los sistemas
computacionales de argumenta-
ción, interpretación y razonamien-
to. Este tipo de sistemas ya es una
realidad en EU y algunos países de
Europa; pareciera que la inteligen-
cia artificial ha encontrado ese “di-
ferenciador” con los abogados y ya está trabajando en ello. Que no nos
extrañe en un futuro ver a Ross argumentando y/o razonando sus res-
puestas ante un tribunal de la misa —o mejor— forma que un abo-
gado de carne y hueso.
Pero, ¿cómo debemos entonces prepararnos para enfrentar esta
oleada tecnológica?, ¿qué habilidades debemos formar los abogados
del presente en aras de un futuro no muy lejano?
Lo primero que debemos hacer como abogados es asumir la reali-
dad. Hay un panorama amplio de nuevas funciones legales en las que
los futuros abogados se pudieran especializar, por ejemplo: tecnólogo
legal, analista de procesos legales, científico de datos legales —para mí
el más importante— y/o el gestor de riesgos legales.
El reto está en crear una nueva hermenéutica legal, básicamente,
un marco para que los abogados aborden la arquitectura de las leyes
y los sistemas computacionales de forma inteligente; comprender las
limitaciones e implicaciones legales de las mismas y ser capaces de ha-
cer las preguntas correctas para evaluar las tecnologías que cada vez
más se ponen a trabajar para evaluarnos a nosotros mismos. Esto es,
que nosotros los abogados nos convirtamos en especialistas en “da-
tos”; que podamos ser científicos de datos y entendamos el idioma de
la inteligencia artificial y la tecnología, pues uno de los aspectos fun-
damentales para el éxito en la aplicación de estas tecnologías en nues-
tra profesión está en el vínculo del abogado con la informática jurídica.
“Nuevas tecnologías basadas
en algoritmos han desplazado
a varios abogados cuyas
funciones eran sencillas
y podían automatizarse”.
@luismariolemusr Luis Mario Lemus Rivero
/ Ricardo
Garduño López
gardunoricardo@gmail.com
@ricgarlop
La tecnología
tie-
ne en lo cotidiano un pa-
pel cada vez más impor-
tante. Desde actividades
de recreación hasta las relativas al
trabajo y finanzas personales, las
soluciones tecnológicas son deter-
minantes en el estilo y la calidad
de vida. Así, habilidad de cambio y
adaptación a la tecnología son fun-
damentales para poder interactuar
mejor en un nuevo entorno.
Los servicios financieros —en el
ámbito corporativo o personal—han
sufrido profundas transformaciones
en los últimos años. Las institucio-
nes dedicadas tradicionalmente a
ofrecer tales servicios (particular-
mente bancos y sociedades finan-
cieras de objeto múltiple) están for-
zadas a enriquecer o incorporar en
su oferta de valor aspectos tecno-
lógicos que respondan al interés y
perfil de una nueva generación de
clientes, acostumbrada desde tem-
prana edad a la inmediatez que le
brinda la interacción digital con
empresas como Google, Apple, Fa-
cebook o Amazon (GAFA).
Además, la regulación interna-
cional y local (en el caso de varios
países) se ha actualizado para dar
orden y certeza jurídica a los ser-
vicios financieros que se ofrecen y
desarrollan a través de la tecnolo-
gía. En tal sentido, la llamada Ley
Fintech, y diversas modificacio-
nes a otras leyes financieras, como
la Ley de Instituciones de Crédito, y
su respectiva regulación secundaria
son, sin duda, un ejemplo reciente y
relevante en México, que toma co-
mo referente experiencias y marcos
legales de otras jurisdicciones, co-
mo la inglesa, China e India.
Este nuevo marco legal da entra-
da al mundo regulado a empresas
de tecnología financiera de finan-
ciamiento colectivo (crowdfunding)
y pagos electrónicos (e-money),
competencia directa de los actores
habituales en actividades básicas y
esenciales como el otorgamiento de
créditos y la ejecución de pagos; es-
te último caso, con la consecuente
apertura de cuentas que, si bien es-
tán limitadas en cuanto a montos y
operatividad, representa una ver-
dadera captación de recursos del
público.
Así, el entorno cambiante con-
lleva preguntas muy interesantes,
que todavía no tienen respuestas
únicas. Por ejemplo, ¿cómo reac-
cionarán los grandes jugadores en
los mercados tanto tecnológico
(GAFA) como financiero (interme-
diarios financieros tradicionales)
ante las nuevas oportunidades de
negocio? Un camino es que opten
por alianzas estratégicas; otro, que
lo hagan a través de constitución de
vehículos legales, en el que man-
tengan una mayoría en el capital y
el control corporativo para definir el
plan de negocios, o bien, que esco-
jan una combinación de ambas op-
ciones. Lo cierto es que todavía hay
mucho por ver al respecto.
Por todo lo anterior, los profe-
sionales del derecho y otras disci-
plinas se deberán enfrentar diaria-
mente a éstas y otras interrogantes
asociadas con conceptos novedo-
sos, presentes en nuestra nueva re-
gulación, como el de activos virtua-
les (criptomonedas), su naturaleza
jurídica y tratamientos contable y
fiscal, así como el de interfaces de
programación o API (por su sigla en
inglés).
Banca digital y fintech,
¿dos caras de una misma moneda?
ricardo
garduño
lópez
“Los profesionales del derecho
y otras disciplinas se deberán
enfrentar diariamente a
interrogantes asociadas con
conceptos novedosos”.

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