Resaca

AutorAlberto Barranco Chavarría

Más aún, como en los viejos tiempos, cuando el ex presidente José López Portillo se desgarraba a los cuatro vientos: "¡Ya nos saquearon...!", el banco que carga con el mayor peso del rescate bancario ofreció préstamos a empresas relacionadas a tasas cero.

Las recomendaciones de la Vicepresidencia de Supervisión Integral de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores en su "Reporte de Avance. Banca Serfin 1998", lo mismo apuntan a la exigencia de capitalizar al 100 por ciento el saldo de préstamos beneficiados con tasa cero, que "abstenerse de otorgar créditos que de antemano se saben irrecuperables, y de beneficiar a personas que guardan relación con el grupo Serfin".

Más allá, la retahila habla de "dar seguimiento a los financiamientos otorgados a los acreditados de referencia, que en Banca Serfin ejercen créditos en cuenta corriente, es decir revolventes, al amparo de líneas autorizadas por el Comité de Crédito, para obtener recursos y poder financiarse entre ellos".

En abundancia, "que el área de vigilancia de la Comisión Nacional Bancaria ofrezca seguimiento a los incrementos de capital, a fin de comprobar que los recursos aprobados por los accionistas no sean producto de financiamientos de la Banca nacional", o "abstenerse de beneficiar mediante prácticas insanas a miembros de la institución", pasando por "que se responsabilice a las personas que dolosamente pactaron garantías y que no fueron ejecutadas o formalizadas".

El escándalo rebasa la línea permisible de decibeles:

-Hasta junio de 1998 la Comisión Nacional Bancaria y de Valores había detectado dos mil 666 operaciones que avalaban préstamos por un global de mil 405 millones de pesos, con la novedad de que se pactaron a tasa de interés cero. De ellos, dos se ubicaban en el rango de préstamos relacionados, dado que los beneficiarios eran el Grupo Vitro y la Promotora e Inmobiliaria la Pastoresa.

El monto total en estos casos fue de 6.5 millones.

(Como recordará usted, el presidente del grupo financiero Serfin hasta su asunción por el Instituto de Protección al Ahorro Bancario al perderse el capital de los accionistas privados, era el mismo de la firma con sede central en Monterrey, es decir, Adrián Sada González).

De acuerdo con la autoridad supervisora, el costo de oportunidad mensual que representó para el banco el haber otorgado el insólito beneficio para los deudores, tomando en cuenta la tasa promedio ponderada de la propia intermediaria vigente en julio de 1998, es decir...

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