El reparto agrario

AutorDip. Emma Margarita Alemán Olvera
Páginas63-65
Morelos. Forjadores de un Estado
63
VII. El reparto agrario
La lucha encarnizada solo agudizó los problemas del campo. La falta
de mano de obra para trabajar la tierra y la destrucción ocasionada
por los combates en un campo de operaciones preminentemente rural,
terminaron por arruinar el campo. Fue hasta después de 1915, a partir
de las reformas constitucionales del presidente Venustiano Carranza,
cuando la Reforma Agraria –instrumento jurídico para el cambio de
propiedad y reparto agrario– combate legalmente a las haciendas, núcleo
monopólico de la propiedad de la tierra instaurado por los terratenientes
españoles desde los tiempos de la conquista y heredado por los caudillos
mexicanos una vez conseguida la independencia nacional.
Al inicio de la década de 1920, ya sin la sombra de Zapata, quien se
había transformado de caudillo a leyenda en la Hacienda de Chinameca,
parecía que las autoridades contaban con las condiciones políticas para
reconstruir la entidad. Pero las haciendas azucareras morelenses estaban
estropeadas y los pueblos comenzaron a organizarse para encaminar
el reparto de tierras. Además del daño en la planta productiva, la obra
hidráulica y las tierras, otros efectos de la Revolución dicultaban la

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