Rendición de cuentas y transparencia del régimen de partidos

AutorJosé Noé Mijangos Cruz
Páginas62-63

Page 62

México entró demasiado fácil a los procesos occidentales sobre organización de elecciones, y tomó para sí un riesgo que otros países se tardaron en meditar y más se han tardado en operar, debido a la complejidad que el planteamiento democrático requiere. He observado con total objetividad, conforme voy desarrollando mi postura sobre la rendición de cuentas, que México carece de dos elementos indispensables para contrarrestar los efectos de una conducta que se ha conocido en el mundo como "efecto posindustrial en occidente que neutraliza procedimientos democráticos". En primer lugar, un organismo que haga del procedimiento de rendición de cuentas una base profiláctica de detección oportuna de eventos que contrarían sus funciones, y, en segundo lugar, una base de estímulos para los que sí cumplen con la profilaxis que les recomienda el procedimiento surgido de la legalidad.

Hablar de "profilaxis" es hablar de hacer las cosas bien y de seguir un procedimiento que en revisión semántica no puede proceder si no se cumplen determinados pasos, además que dichos pasos no pueden saltar o retrotraerse según el ánimo del elemento humano que lo debe satisfacer. De ahí que la "teoría institucional" festeja su apoyo didáctico en transmitir a cada uno de los organismos que componen el entramado de las instituciones democráticas electorales, no volverse un arma que neutralice procedimientos que se deben cumplir. Otro aspecto que la "teoría institucional" y que la "teoría contractualista" demanda de los organismos democrático-electorales, es que sólo se estimulen procedimientos que hagan de la sutileza humana, una conducta ética, que ideologice los fines de la organización en tanto recuperan espacios los canales institucionales.

Volviendo al "efecto posindustrial en occidente que neutraliza procedimientos democráticos", no es raro que de Alemania haya surgido esta crítica a la sociedad postindustrial, y que la "escuela estructural funcionalista" sea la vanguardia en estos temas. Como tampoco es raro que Alemania esté operando hoy día con uno de los "modelos democráticos de rendición de cuentas en materia de partidos" más interesantes y con mayor tino fiscalizador.

Hace mucho tiempo, Herbert Marcuse alborotó a la juventud "sesentayochera" (sic.) de México. No es casual que a este pensador alemán se le haya echado la culpa de muchísimos brotes contestatarios provenientes sobre todo de universitarios. La primavera de Praga, la revuelta de París y el...

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