Rechazan reubicación
| Autor | Erika Hernández |
CHALCO.- La posibilidad de vivir lejos de San Pedro, poblado ubicado a 13.5 kilómetros del Volcán Popocatépetl, no cabe en Don Esteban. A él y a su pedazo de tierra no sólo los ata el significado familiar sino también el futuro económico de sus hijos y nietos.
Por ello, Don Esteban, al igual que varios residentes que dejaron sus casas el 19 de diciembre por el riesgo de una erupción, rechazan la propuesta del Presidente Vicente Fox de una posible reubicación definitiva, ante la imposibilidad de retenerlos en albergues por mucho tiempo.
El sábado, Fox anunció que su Gobierno analiza la posibilidad de trasladar de manera definitiva a las familias que residen cerca del Popocatépetl, y convertir dicha zona en un parque nacional. Afirmó que a los afectados se les otorgaría una casa en una área fuera de peligro y se les proporcionaría un empleo y una porción de tierra para sus cosechas.
Quienes nacieron en San Pedro y están albergados en refugios temporales de Chalco, calificaron la propuesta como "imposible" y "fantasiosa".
"Quizá el Presidente lo diga de buena fé, pero nosotros no estaríamos dispuestos a dejar nuestra tierra, a ella nos unen los recuerdos con nuestros antepasados, es la herencia de nuestros padres y el lugar donde somos importantes, donde tenemos para sacar la comida de todos los días", dice Don Esteban Refugio, quien nació en San Pedro hace 50 años.
Los afectados por la contingencia volcánica afirman que el Gobierno Federal no podría otorgarles ni la cuarta parte de los terrenos con los que cuentan, además no sabrían moverse "en ciudades más modernas".
"Cada familia tiene aproximadamente un predio de 100 metros de largo por 20 de ancho, más el terreno donde se siembra, que llega hasta las tres hectáreas en muchos casos.
"Además, hay gente que cuenta con más predios y que son entregados a los varones cuando se casan, ellos ya tienen un espacio seguro; el Gobierno nos dará una casilla como esas del Infonavit y será una para toda una familia de 15 personas", consideró Esperanza Ríos, también vecina de San Pedro.
"Ahí somos como gente rica, porque no nos falta qué comer, todos nos conocemos, tenemos nuestras cositas y no sería lo mismo dejar los árboles y los corrales por una casa de concreto frío", comentó Apolonia Palacios.
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