Rebanadas / Una tarde entre nubes
| Autor | Cony Delantal |
La CDMX nos regala vistas maravillosas y uno de los lugares para admirarlas es Cityzen Rooftop Kitchen. Este restaurante, ubicado en el vertiginoso piso 38 de Sofitel (Av. Paseo de la Reforma 297), es perfecto para amantes de las alturas en busca de pasar un buen rato.
La cocina corre a cargo de Alexis Preschez -quien trabajó junto a la familia Avernin en aquel restaurante de espíritu rebelde llamado L'Aperô-, y del chef Luis Escamilla. En su concreta carta descubrí platillos sencillos con toques franceses y mexicanos, perfectos para picar mientras se disfruta un buen coctel entre las nubes.
Tienen una pequeña sección de sándwiches, un par de platillos para taquear y algunas opciones a las brasas, como pesca zarandeada o un suculento cowboy.
Mi marido y yo, sentados frente a esa imponente imagen del Paseo de la Reforma y el Ángel de la Independencia, ordenamos un aguachile de pulpo tatemado ($350) para abrir boca. Probé esta entrada, que llevaba también pesca del día, cebolla y finas rodajas de rábano, con unas crujientes tostadas. Aunque el sabor no decepciona, me habría encantado que fuera un poquito más picante.
Seguimos con el que fue mi plato predilecto: una barbacoa de cordero ($490) suave y jugosa, que se deshacía en boca. Por supuesto, la disfrutamos en pequeños tacos, con un poco de la exquisita salsa martajada que nos llevaron. Este platillo me hizo pensar en la famosísima Barbacoa Santiago en la carretera a Querétaro. Es estupenda y de visita obligada.
Los platos que habíamos ordenado eran discretos en tamaño, así que mi marido pidió también las hamburguesas Cityzen ($385). A la mesa llegaron dos piezas mini, preparadas con carne de res y un pan súper suavecito. Se aderezan con cebolla caramelizada, poquitita mayonesa y lechuga. Me parecieron una apuesta segura, ideal para llenar un "huequito".
Debo confesarles que iba a este restaurante con muy altas expectativas, pues el último proyecto del chef Alexis Preschez me conquistó de inmediato. Sin embargo, me quedó a deber un poco. Esperaba ver una carta un poco más arriesgada, más afrancesada... quizá sólo les falta algo de tiempo para madurar el proyecto.
Lo indiscutible es que las vistas, con el Castillo de Chapultepec de fondo, roban el aliento.
SAKS
Esta semana mi hija me invitó a su casa y como sabía que estaría muy atareada, le propuse llevar algunos platillos.
Me costó trabajo encontrar restaurantes que, sin chistar y sin obligarme a usar UberEats o Rappi, dieran servicio a...
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba