Razones para una necesaria permanencia del derecho agrario en la currícula del estudio del derecho
| Autor | David Chacón Hernández |
| Cargo | Doctor en Derecho por la UNAM |
| Páginas | 27-47 |
Doctrina
27
Resumen:
El derecho agrario no es sólo una rama más del entr amado normativo. Tampoco es
una disciplina aislada que, si no la estudiamos, nad a trasciende y que no la necesita-
ríamos para desar rollar un desempeño profesional exitoso. Se trata de una disciplina
de múltiple interacción con otras ramas del saber jur ídico, que contempla intersec-
ciones entre normas sustantivas y adjetivas. En esta disciplina, los hechos históricos
son muy importantes para hacer ecaz la comprensión de la realidad nacional repleta
de injusticias en contra del campesinado. Por ello, cuando una curr ícula profesional,
como la de la licenciatura en derecho, no advierte est as relaciones complejas, en
realidad produce abogados incompletos y sin capacitación para enf rentar las contro-
versias que la realidad social presenta.
Abstract:
Agrarian law is not just one more branch of the regulator y framework. Nor is it
an isolated discipline that, if we do not study it, nothing transcend s and that we
would not need to develop a successful professional perfor mance. It is a discipline
of multiple interaction with other branches of legal knowledge that contemplates
intersections between substa ntive and adjective norms. In this discipline, historical
facts are ver y important to make an eect ive understanding of the national reality
full of injustices against the peasantr y. Therefore, when a professional curriculum,
such as that of a law degree, does not not ice these complex relationships, it actually
produces incomplete lawyers without t raining to face the controversies that social
reality presents.
Razones para una necesaria permanen-
cia del derecho agrario en la currícula
del estudio del derecho
David Chacón Hernández*
Sumar io: Intro ducción / I. La realidad del agro / II. Por qué enseñar el derecho
agrario / III. Qué en señar del derecho agrario / IV. La necesidad de una nueva
proyección del derecho agrario / V. Conclusiones / Fuentes de consulta
* Doctor en Derech o por la UNAM, Profesor-Invest igador en el Depar tamento de Derecho de l a
UAM-Azcapotzalco, miembro del Área de I nvestigación en D erechos Humanos y Alternat ividad
Jurídico Social .
28 alegatos, núm. 107, México, enero/abril de 2021
Introducción
El estudio del derecho agrario en México es tan importante o más que cual-
quier otra disciplina jurídica porque va ligado a la historia de México como
país. No es un área de estudios coyuntural ni temporal, está vinculada a
la realidad social, económica y política que requiere una atención especial
considerando el tamaño de la estructura de la tenencia de la tierra que está
en posibilidades de ser dedicada a las actividades agropecuarias o relacio-
nadas a ella.
En un estudio exploratorio que realicé sobre la enseñanza de esta asigna-
tura en centros de educación superior, obtuve resultados sorprendentes, des-
graciadamente negativos. A pesar de la tradición mexicana en relación con
su inuencia en la construcción de lo que hoy somos como país, hay muchas
escuelas en las que se cursa la Licenciatura en Derecho, que han construido
sus planes educativos sin esta importante y tradicional rama jurídica, o bien,
cuando menos la han connado a permanecer en la currícula pero en forma
de asignatura optativa. Si consideramos que el alumnado se guía por sus in-
tenciones de desenvolvimiento profesional, por lo general aspira a desarro-
llarse en trabajos profesionales más identicados con su realidad cotidiana,
esto es, con lo que sucede en su medio social. Este medio, es por excelencia,
de corte urbano, lo que trae como efecto un retiro de los problemas que no le
atañen a ese ámbito citadino.
Quiere decir que las cuestiones agrarias son muy ajenas a la gran mayoría
de estudiantes del derecho por su lejanía con el campo, pero, más aún, por la
falta de información y de referentes en torno a este ámbito de la vida. A su
vez, también, inuye la forma en como el mundo ha evolucionado y los valo-
res que la cultura contemporánea va difundiendo.
A lo largo de la formación básica y media, los estudiantes citadinos han
obtenido una formación divorciada de lo que ocurre en el campo. Y no es
una actitud imputable al alumnado sino al sistema educativo mismo que,
por un lado, no ha sabido vincular las realidades en las esferas rural y urba-
na, sino que ha mantenido una actitud pasiva frente a la añeja, pero vigente,
posición discriminatoria de que lo urbano es mejor que lo rural. Para mu-
chas personas, la vida de la ciudad es sinónimo de progreso, mientras que
las dedicaciones rurales son conservadoras, anacrónicas y retrógradas, más
bien señal de atraso. Incluso, se diga o no, se trasmite un pseudovalor con-
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