Razón y espacio público en la democracia deliberativa: Una perspectiva habermasiana

AutorÁngel Sermeño Quezada
CargoDoctor en ciencia política, profesor-investigador de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM)
Páginas205-231
Andamios 205
RAZÓN Y ESPACIO PÚBLICO EN LA DEMOCRACIA DELIBERATIVA.
UNA PERSPECTIVA HABERMASIANA
Ángel Sermeño Quezada*
RESUMEN. Existe un conjunto de dilemas y problemas que debe
resolver una concepción deliberativa de democracia. Algunas
de tales cuestiones son: ¿Es posible rediseñar la relación entre
Estado y sociedad de tal manera que permita una participación
ciudadana de alta calidad en la toma de decisiones colectivas?
¿Es posible ejercer el ideal democrático de autogobierno? ¿Es
posible rediseñar los espacios representativos convencionales a
la influencia de la ciudadanía? ¿Pueden las decisiones políticas ser
el resultado de un proceso de argumentación y de razonamien-
to público entre ciudadanos libres e iguales? En el presente
trabajo se esboza una propuesta del diseño institucional que
de be enfrentar el reto de responder convincentemente a tales de-
safíos. En concreto se expone y problematiza la relación entre el
espacio público y los diseños representativos de la democracia
liberal desde una perspectiva habermasiana.
PALABRAS CLAVE. Participación, deliberación, espacio público, de-
mocracia, sociedad civil.
INTRODUCCIÓN
Este trabajo tiene como objetivo revisar las nociones de razón y de
espacio público en tanto condiciones o requisitos para el ejercicio
práctico de una concepción deliberativa de democracia. Entiendo por
democracia deliberativa ese movimiento intelectual que busca responder
al desafío planteado por el creciente desencanto ciudadano con las
* Doctor en ciencia política, profesor-investigador de la Universidad Autónoma de la
Ciudad de México (UACM). Dirección electrónica: angelsermeno@yahoo.com.mx
Volumen 10, número 23, septiembre-diciembre, p. 205-231
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ÁNGEL SERMEÑO QUEZADA
instituciones (sus prácticas y procedimientos) democráticas en el mun-
do contemporáneo. Se trata, en consecuencia, de un esfuerzo intelectual
colectivo empeñado en trabajar en torno de un riguroso ejercicio
de fundamentación, justificación y reivindicación de la dimensión
discursiva o dialógica en cuanto fuente de legitimidad sustantiva pa ra
la democracia (Elster, 1998). Es una propuesta que persigue ir más allá
de la dimensión procedimental (sin desconocer o negar la importan-
cia de las reglas y procedimientos democráticos), mejorando la calidad
de la vida política a través de la incorporación del razonamiento pú-
blico, el diálogo, la inclusión y la aceptación de la diferencia tanto
dentro del funcionamiento de las instituciones representativas como, en
un sentido más amplio, en el conjunto de la sociedad a través del for-
talecimiento del espacio público.
Por lo dicho resulta obvio que este trabajo se propone un objetivo
que puede calificarse de ambicioso, por cuanto involucra el aspecto más
controvertido y complejo del así denominado “giro deliberativo” de la
teoría democrática (Greppi, 2006). Esto es articular una definición de
democracia que sea verdaderamente convincente y eficaz en rediseñar
la relación entre Estado y sociedad; o, dicho de otra manera, entre au-
to ridad y deliberación ciudadana. Se trataría, por una parte, de un
rediseño de las instituciones y, por otra, de una transformación de la
cultura política que corriesen en paralelo e interconectadas y que fue-
sen capaces de permitir la construcción de nuevos espacios y prácticas
democráticas, en donde la ciudadanía se acerque de manera real y no
retórica al ideal democrático del autogobierno.
Mi estrategia argumentativa en este trabajo se estructura a partir
de la recuperación de la propuesta de un modelo democrático de
circulación del poder político concebida por Jürgen Habermas (1998).
A grandes trazos esta propuesta abre los espacios de decisión de los
diseños representativos convencionales a la influencia de la ciuda-
danía y de la opinión pública. El objetivo perseguido es el de la
incorporación de las demandas que provienen de diversos contextos
societales y comunicativos, incluyendo aquellos claramente periféri-
cos, mediante un curioso mecanismo de “esclusas”. En la propuesta
de Habermas, el modelo institucional del Estado democrático de de-
recho debe ser reconstruido con el fin de introducir modificaciones

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