¿Quo Vadis, F1?

AutorJo Ramírez

Si intentáramos buscar con una lupa gigantesca en el mundo del deporte, ¡no creo que encontremos otra especialidad que cambie sus reglas cada año como la Fórmula Uno!

Estoy de acuerdo en que, conforme a la tecnología de la que depende nuestro deporte, se apliquen cambios por seguridad. Por ejemplo: no creo que hubiéramos podido seguir con autos de efecto suelo y motores de más de mil caballos de fuerza para calificar, como en los años 80, porque el cuerpo humano no hubiera podido resistir las fuerzas G en las curvas.

Cada año, los ingenieros encuentran soluciones para superar la imaginación de los que hacen las reglas, y de nuevo, el poder de los dirigentes los vuelve a desafiar, sólo que ahora fueron demasiado duros con un reglamento que castiga a la F1 con el cambio más radical de su historia.

Sigo sin entender las medidas que impuso la FIA para este año. Por una parte, pide a los equipos ahorrar dinero y hacer la F1 más accesible a nuevos equipos, y por el otro les impone un motor V6 turbo que cuesta tres veces más que los V8 de 2013, de 2.4 litros atmosféricos.

Pero aquí no termina todo. Está lo complejo de los nuevos motores, de 1.6 litros, que desarrollan unos 600 caballos, pero que con la ayuda del nuevo sistema ERS incrementa la potencia hasta los 750 caballos.

El sistema de recuperación de energía se modificó para esta temporada. El KERS que se usaba daba una potencia extra durante unos 6.6 segundos por vuelta, mientras que el nuevo ERS dura unos 33.3 segundos.

Para esto se necesitan dos motores eléctricos distintos: el MGU K, que acumula la energía cinética y se recarga con las frenadas, y el MGU H, conectado al turbo, para recuperar la energía térmica que sale por el escape.

Además, en los ensayos de Jerez, cada monoplaza llevaba varios kilómetros de cable, lo que se convierte en una pesadilla para los técnicos, pues son factibles los cortocircuitos que impiden el funcionamiento de todos los componentes, algo que costó caro en la pretemporada a las escuderías con motor Renault.

Pero, ¿qué fallaba en los años anteriores? Teníamos una F1 que funcionaba, tuvimos varios años con magníficas carreras. ¿Que si Red Bull y Sebastian Vettel dominaban demasiado? Tal vez, pero los demás ya estaban muy cerca.

No es un secreto que el éxito de Red Bull es gracias a que tienen al mejor ingeniero, quien ha sabido rodearse de profesionales que jalan parejo, como lo hizo antes en Williams y McLaren.

Y todo porque la FIA está obsesionada por crear...

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