Queiloscopia. Método de identificación del ser humano a partir de las huellas labiales

AutorMtro. Christian Haarkötter Cardoso
CargoUniversidad de Granada, chaarkotter@correo.ugr.es
Páginas94-119
94
Archivos de Criminología, Seguridad Privada y Criminalística
Año 7, vol. XIII agosto-diciembre 2019
ISSN: 2007-2023
www.acspyc.es.tl
Queiloscopia. Método de identificación del ser humano a partir de las
huellas labiales
Cheiloscopy Method of identification of the human being from the lip
prints
Fecha de recepción: 05/04/2019
Fecha de aceptación: 12/06/2019
Mtro. Christian Haarkötter Cardoso
Universidad de Granada
chaarkotter@correo.ugr.es
España
Resumen
Abstract
La queiloscopia, parte de la lofoscopia que
estudia las huellas producidas por los surcos
labiales, ha recibido muy poca atención por parte
de la comunidad científica, lo que se ha traducido
también al trabajo policial y criminalístico. El
presente trabajo pretende realizar una necesaria
state of the art en la que exploraremos las
posibilidades y limitaciones de l as huellas
labiales como indicio, como evidencia, y como
prueba.
Lip prints have recived a very little attention
from the scientific comunity, which has been
reproduced in police and criminalistic work. This
work pretends to do a necessary state of the art
in which we Will explore the possibilities and
limitations of lip p rints as a trace, as an evidence
and as a proof.
Palabras clave:
Keywords:
Cheilocopy; Criminalistics;
Forensic Anthropology; Lip prints;
Lophoscopy.
Introducción
Muy pocas veces los descubrimientos científicos son exitosos nada más surgir, la Historia se
muestra muchas veces esquiva y caprichosa y no es sino muchos años después cuando estos
hallazgos, y los científicos que tienen detrás, reciben el reconocimiento que se merecen.
Aunque hoy en día la identificación de una persona nos parece una realidad muy familiar, lo
que se conoce en Criminalística como la aventura de la identificación no pudo ser más
complicado, tener m ás vaivenes, y sobre todo, tener menos aceptación por parte de la
comunidad científica en general y por los agentes de policía y poder judicial en particular. Es a
Eugène François Vidocq, conocido ladrón francés, curiosamente primer director de la Sûreté,
el primer cuerpo de policía de la Historia, al que se le atribuye el primer intento de archivo de
expedientes policiales con el fin de identificar a los criminales reincidentes, anotando su
nombre y características físicas. Fue varios años después cuando Alphonse Bertillon acaba,
por esas pequeñas y caprichosas casualidades que se dan en la Historia, trabajando en el
archivo de la Sûrete, cada vez m ás caótico e inabarcable. Bertillon, hijo y nieto de un médico y
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ISSN: 2007-2023
Mtro. Christian Haarkötter Cardoso
antropólogo y un matemático, sabía que las características físicas humanas como la altura o la
longitud de los miembros seguían una distribución normal, de manera que tomando unas
cuantas medidas de los miembros de los criminales podía disponer de un sistema de
clasificación útil que le permitiera localizar rápidamente a los reincidentes. Este sistema,
conocido como Antropometría o Bertillonaje, constituyó una auténtica revolución, hasta que
unos años más tarde, casi al mismo tiempo, pero de forma independiente, William Heschel,
Henry Faulds, y Francis Galton establecieron las bases de la dactiloscopia como el estudio
criminalístico de las crestas digitales para la identificación humana (Thorwald, 1966).
Nadie duda del poder identificativo de una huella dactilar, que tiene sus mitos y falsas
creencias, pero que igualmente reside en el imaginario colectivo como un hecho obvio e
incontrovertible. Y, aun así, siempre podemos arrancar un gesto de sorpresa a alguien en una
conversación de bar cuando señalamos una servilleta usada y decimos sabes que se puede
identificar a una persona a partir de la huella de sus labios Pese a que como indicio han
pasado mucho más desapercibidas que los dactilogramas, puede darse el caso de que la única
forma que tengamos de vincular a un sujeto a una escena sea, precisamente, la huella de sus
labios. Es por ello que en el presente trabajo vamos a estudiar la queiloscopia.
El término queiloscopia hace referencia a la ciencia dedicada al estudio de surcos y
huellas labiales, individuales salvo en gemelos univitelinos, que presentan líneas, fisuras y
combinaciones de estas dos formas que son específicas, inmutables, perennes y clasificables.
Es el estudio de los surcos de los labios mucosos y las huellas que estos dejan con el objetivo
de establecer la identificación de una persona (Álvarez Saavedra, 2008).
Historia de la queiloscopia
Como ha pasado casi todas (si no todas) las veces que se descubre algo en Criminalística, tuvo
que pasar mucho tiempo desde que los surcos labiales fueron descritos, hasta que fueron
investigados, y más para ver su aplicación en casos criminales y su aceptación e n la
comunidad científica y los tribunales.
El fenómeno biológico de la existencia de surcos en la parte más rojiza de los labios
humanos fue primero visto por el antropólogo R. Fischer, que los describió en 1902. Más
tarde, en 1932, Edmond Locard, uno de los mayores criminalistas de la Historia, recomendó
su uso para la identificación. Sin embargo, hasta 1950 los estudios de Antropología apenas
mencionaban los surcos labiales o su aspecto práctico, hasta que LeMoyne Snyder tuvo la idea
de usarlas en un caso. En 1960 Martin Santos propuso que estas características de los labios
podían ser utilizadas para la identificación humana, y diseñó un sistema simple de
clasificación. Un año más tarde, en Hungría, se desarrolló la primera investigación en Europa
sobre las huellas labiales, debido a que apareció una en una puerta de vidrio en la escena de
un crimen, quedando ya probada la utilidad de las huellas labiales para la Criminalística.
Paralelamente, desde 1950, dos científicos japoneses, Yasuo Tsuchihashi y Kazuo Suzuki
estaban investigando las implicaciones que los pintalabios podían tener en la investigación
forense, descubriendo que los surcos labiales eran diferentes en cada individuo. En 1971
Suzuki y Tsuchihashi siguieron haciendo investigaciones que incluían gemelos univitelinos.
Estudiaron los surcos labiales dividiendo los labios en cuatro cuadrantes y crearon su propio
sistema de clasificación de seis tipos de surcos labiales, demostrando que no hay dos huellas

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