Pulso Económico/ La Balanza de Pagos

AutorJonathan Heath

La semana pasada, el Banco de México dio a conocer los resultados de la balanza de pagos para 2001. La balanza de la cuenta corriente, que es la diferencia entre las exportaciones y las importaciones de bienes y servicios, fue un déficit de 17 mil 457 millones de dólares, equivalente a 2.82 por ciento del PIB. En términos porcentuales es menor al déficit de los tres años anteriores. En números absolutos es ligeramente menor al del año pasado, que fue de 17 mil 737 millones de dólares.

En 1998 se disparó el déficit de la cuenta corriente al desplomarse el precio de exportación del petróleo. De un déficit de 1.86 por ciento del PIB en 1997, se elevó a 3.82 por ciento. Aun así no se presentaron problemas de financiamiento y el Banco de México acumuló más de 2 mil millones de dólares en reservas. Al principio del año siguiente, el tipo de cambio llegó a 10.63 pesos por dólar, a mediados de enero, a raíz de la crisis brasileña. Sin embargo, en los siguientes meses disminuyó más de un peso y desde entonces ha demostrado una tendencia bastante estable.

De 1999 a la fecha, tanto el tipo de cambio como el déficit de la cuenta corriente han mostrado estabilidad. El tipo de cambio promedio ha presentado cada año una ligera apreciación nominal de 9.55, 9.46 y 9.34 respectivamente en 1999, 2000 y 2001. La cuenta corriente ha seguido una tendencia similar al registrar un déficit de 2.91, 3.06 y 2.82 por ciento respectivamente en los mismos años. Lo más interesante ha sido que a pesar de la apreciación real del tipo de cambio, no se ha presentado un incremento sustancial en el déficit de la cuenta corriente.

En teoría, una apreciación del tipo de cambio hace más caras las exportaciones y más baratas las importaciones. Por lo mismo, si se presenta una apreciación significativa, uno pensaría que se debería registrar un aumento sustancial en el déficit externo. Esto no ha sido el caso, pues nuestras exportaciones tienen una proporción muy elevada de insumos importados, aun en el caso de las exportaciones manufactureras que no pertenecen a la maquila de exportación. Por lo mismo, las exportaciones y las importaciones se mueven en la misma dirección y no son tan susceptibles a la apreciación del tipo de cambio. Aunque ha aumentado el costo de la mano de obra por unidad exportada, México mantiene la ventaja geográfica, por lo que puede suministrar oportunamente a la industria estadounidense.

En 2001 México enfrentó la recesión en Estados Unidos, la apreciación...

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