Presentación
| Autor | Salvador Martínez y Martínez |
| Cargo del Autor | Universidad de Xalapa |
| Páginas | 26-33 |
Presentación
El David es una de las más famosas esculturas de Miguel
Ángel Buonarroti (Fernández, 1964:25). La obra original se
encuentra en la Galería de la Academia de Bellas Artes en
Florencia (Italia). Puesto que esta obra tiene el mayor número
de admiradores, los administradores dispusieron que los
visitantes caminaran en torno a ella para facilitar el tránsito y,
al mismo tiempo, la observación de los detalles de la famosa
escultura. Esa manera de conocer las cosas —dándoles de
vueltas— es una imagen que ilustra el modo básico de
proceder tanto para la elaboración del protocolo de
investigación como para la realización de la investigación
misma, que, al fin y al cabo, el protocolo resulta de una
investigación previa a su desarrollo.
Aun cuando es una imagen mejor la barrena, ese
instrumento de acero con una rosca en espiral en su punta y
una manija en el extremo opuesto, que sirve para taladrar o
hacer agujeros en madera, metal, piedra u otro cuerpo duro. Se
considera que es una imagen mejor porque la pretensión no
solamente es conocer las cosas al detalle, sino también
profundizar en su conocimiento al darles de vueltas. Quizás
conviene aclarar que la voz “cosa” no se reduce al simple
asunto, tema o negocio sino que alude a la dura realidad de la
cual en cada vuelta se conoce un aspecto más profundo. Por lo
tanto, se realizó un proceder en “espiral” o “circular”.
(Hernández Sampieri, Fernández Collado y Baptista Lucio,
2010: 7 y 20).
Fue necesario un año de aplicar con profunda atención el
pensamiento a la consideración de la disciplina del derecho
penal para precisar el punto de arranque del proyecto de
investigación que se protocolizó. La proposición estaba allí
desde un principio, era y es algo que producía y produce
desazón. Es decir, se siente disgusto, pesadumbre, inquietud
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