Polos opuestos, las organizaciones son reflejo de su gente

AutorLeopoldo Mitre Becerril
CargoDirector de Desarrollo Humano en DynaWare e integrante del Club Líderes del Futuro
Páginas59

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En la primaria, recuerdo que mi maestra de geografía me enseñó las diferentes regiones del mundo con sus respectivas divisiones políticas llamadas países, y odiaba tanto memorizar las capitales que lo único que me aliviaba era dibujar los mapas. Sin embargo, de aquellas sesiones educativas, aunque mi memoria no era muy buena, sí se me quedó grabada la clasificación con la que la maestra nos enseñaba todas esas naciones, con frases como: "Países del tercer mundo" y "países del primer mundo".

Siempre me llamó la atención ver que la clasificación no seguía un orden ni una lógica que pudiera comprender, pues no era el tamaño, tampoco sus zonas climáticas, sus recursos naturales ni sus accesos al mar lo que le daba a un país la ahora extinta clasificación, entonces ¿qué definía a unos en primera categoría y a otros en tercera? A esa edad mis escasos años no me permitían comprender esta división política, pero sí me quedaba claro que los mejores equipos de fútbol jugaban en primera y los "peorcitos" en tercera, y de esta manera asumía que había unos mejores que otros.

Con el paso de los años ha llegado la comprensión de lo que hace a unos países pobres y a otros ricos, a unos desarrollados y a otros en vías de desarrollo. La razón es simple, pero no por eso sencilla de obtener: "Lo que hace a unos exitosos y a otros no, es la gente que los compone. Es la población de esos países la que decide el progreso, la cultura, la riqueza y el nivel de vida que quieren obtener".

Dentro de las nuevas tendencias de la administración, el factor humano ha cobrado relevancia en los últimos años, pues ya no son las máquinas, los lugares físicos ni los inventarios, los que cobran mayor valor. La era del conocimiento nos lo ha demostrado, y al igual que en la clasificación de los países, en las empresas la gente que las compone es el activo más importante.

Me parece que esto queda muy claro cuando las empresas ya no necesitan que su gente se encuentre en un mismo lugar para trabajar, ya que éstas pueden seguir colaborando (gracias a la tecnología) desde locaciones remotas y extremas en el mundo...

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