DE POLÍTICA Y COSAS PEORES / Alternancia segura

AutorCatón

Se iba a casar Pirulina, joven mujer que había tenido dares y tomares con la vida. Temerosa de que su novio advirtiera que la noche de bodas no sería función de estreno, la pizpireta chica consultó el caso con una amiga. Ella le dijo: "Ponte un petardo ahí donde te platiqué. En el momento preciso enciéndelo disimuladamente. Cuando el petardo estalle tu novio te preguntará qué fue eso. Dile que fue el tronido que hizo tu virginidad al irse". Paso a paso siguió el consejo Pirulina. Cuando en la noche nupcial estalló el petardo el flamante marido preguntó asustado: "¿Qué fue eso?". Respondió con un suspiro Pirulina: "Fue el tronido que hizo mi virginidad al irse". Le suplicó él, angustiado: "Pues dile que me traiga mis éstos. Se fueron con ella"... Susiflor llegó feliz a su departamento. Contó que había conocido a un muchacho lindísimo. Su compañera de cuarto le dijo sonriendo: "Veo que te picó el gusanito del amor". Contestó Susiflor: "No fue un gusanito"... El alambrista callejero puso dos trípodes, y entre los dos tendió el alambre para sus acrobacias de funámbulo. Estaba en equilibrio sobre el alambre cuando un muchachillo empezó a moverle uno de los soportes. "Niño -le dijo desde la altura-, no me moleste, que estoy trabajando. Cuando tu mamá está en su trabajo yo no voy a moverle la cama"... Terminó el voluptuoso trance de pasional amor, y el guerrero maya se esforzaba en consolar a la princesa Kipe, que se afligía por haber cedido a la pasión. Le dijo: "Trata de ver el lado bueno, Kipe: como ya no eres virgen ya no corres el riesgo de que los sacerdotes te arrojen al cenote"... Babalucas le suplicó ansiosamente a la muchacha: "¿Hacemos el amor, Pirulina? ¿Hacemos el amor?"...

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