Plaza Pública / Zoología priista

AutorMiguel Angel Granados Chapa

MANUEL ANDRADE, EL GOBERNADOR DE TABASCO, dio preciso con la fórmula de pacificación dentro de su partido: "Que cada quien amarre a sus perros". Se refería a las jaurías propias que con sus ladridos dieron sonoridad al pleito entre Roberto Madrazo y Arturo Montiel, que en las formas terminó anteayer en Aguascalientes.

Madrazo se había encargado de enconar las diferencias el lunes pasado cuando, con razón, acudió al repertorio zoológico y se enfurruñó contra quienes "patean el pesebre". No especificó a qué pezuñas se refería ni si eran bueyes o vacas los cuadrúpedos domésticos que atentaban contra el PRI, la fuente de su nutrición. Era obvio, sin embargo, que los destinatarios de sus invectivas eran los priistas mexiquenses, el Pastor y sus ovejas, que convocados por el dirigente del partido en el estado de México, había organizado su propia ceremonia de toma de protesta, paralela y simultánea a aquella en que Madrazo se hizo rendir homenaje por los candidatos a diputados federales.

Aunque Isidro Pastor fue claro en no desconocer la autoridad legal del líder nacional de su partido, el que los candidatos mexiquenses se apartaran del redil mostró la ancha zanja abierta dentro del PRI por los modos con que se resolvió la coyuntura preelectoral, especialmente la asignación de candidaturas en las listas de representación proporcional. México es la entidad electoralmente mayor del país: en su territorio están 36 de los 300 distritos de todo el país y viven allí más del 15 por ciento de quienes están inscritos en el padrón federal. Una rebelión en ese enclave es significativa y podría derivar en una escisión. Guardadas todas las proporciones, especialmente las de índole personal, debe recordarse que los dirigentes de la Corriente Democrática a cuya cabeza estuvo Cuauhtémoc Cárdenas en 1986 recibieron el vasto apoyo de la mitad del PRI en Michoacán, agrupado en un amplio movimiento de ruptura.

Pero, por lo pronto, el diferendo fue sólo verbal y ha finalizado. El gobernador Arturo Montiel, que impulsó la declaración de Dionisio Pérez Jácome sobre la traición de Madrazo, y permitió la puesta en escena de Pastor, se reservó el derecho a la conciliación, que practicó el viernes pasado, en Aguascalientes. Se reunieron con su líder y otros dirigentes nacionales nueve gobernadores, los de Colima (Fernando Moreno Peña), Coahuila (Enrique Martínez), Guerrero (René Juárez), Hidalgo (Manuel Angel Núñez Soto), México (Montiel), Oaxaca (José Murat), San Luis Potosí (Fernando Silva Nieto), Tabasco (Andrade) y Veracruz (Miguel Alemán Velasco). Ocho en cambio, prefirieron quedarse en su hotel, o llegaron tarde a aquella ciudad, o no viajaron a ella: los de Campeche (José Antonio González Curi), Chihuahua (Patricio...

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