PLAZA PÚBLICA / Revelación de secretos

AutorMiguel Ángel Granados Chapa

Enrique Peña Nieto podría ser acusado por revelación de secretos, pues él mismo dio a conocer el Pacto de Bucareli, suscrito en su nombre por Luis Enrique Miranda, su Secretario de Gobierno, el 30 de octubre pasado. Con el funcionario mexiquense signaron el documento el Secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont -quien puso su oficina al servicio de dos partidos políticos para la suscripción de un acuerdo con alcances electorales, materia fuera del alcance del funcionario-, Beatriz Paredes y César Nava, presidentes del PRI y del PAN, respectivamente (antaño no habría necesidad de utilizar este adverbio, pero en la hora actual se precisa su uso para evitar confusiones).

El pacto se mantuvo en secreto durante meses hasta que el Gobernador mexiquense, a quien se augura como inexorable meta la Presidencia de la República, reveló su existencia. El líder panista negó su existencia y luego, quizá como acto de contrición y propósito de nunca más actuar en tal sentido, entregó copias de su copia a los medios de información. Al hacerlo podría incoarse a Nava un procedimiento de la misma naturaleza, por hacer públicos acuerdos que eran incumbencia de muy pocos.

Se dirá, como es cierto, que no puede en ningún caso enderezarse reproche penal ninguno a Peña o a Nava porque sus conductas no caen dentro de la definición penal de revelación de secretos. Pero tampoco encuadra en ese tipo la de Purificación Carpinteyro, y sin embargo se ha librado orden de aprehensión en su contra. No ha sido detenida porque logró de un juez de Amparo la suspensión provisional contra su captura, pero podría quedar sujeta a proceso. Se la acusa de haber revelado secretos, conducta que habría consistido en difundir conversaciones del entonces Secretario de Comunicaciones y Transportes, grabadas ilegalmente y en las que el ahora presidente de la Bolsa Mexicana de Valores manifestaba de modo vulgar y aun soez sus diferencias con Héctor Osuna, presidente de la Comisión Federal de Telecomunicaciones. Además, en esos telefonemas Téllez se refería a la crítica situación de Correos de México y a pormenores administrativos del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.

La abogada Carpinteyro había sido subsecretaria de Comunicaciones durante un semestre, de septiembre de 2008 a febrero siguiente, cuando se marchó en conflicto con Téllez, quien había estado en desacuerdo con su nombramiento, hecho en Los Pinos. La ex funcionaria informó al público que ella había conocido las...

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