PLAZA PÚBLICA / Expresión Política Nacional

AutorMiguel Ángel Granados Chapa

Enrique Peña Nieto es la Expresión Política Nacional. Las iniciales del nombre propio y las del movimiento que impulsará sus pretensiones son las mismas. Se ha entablado así, ya de plano, la contienda dentro del PRI. Mientras Manlio Fabio Beltrones propone aprobar primero el programa del partido y luego escoger el nombre, el peñismo obró en sentido contrario: primero el nombre y después el programa. El gobernador mexiquense está abiertamente en pos de la candidatura presidencial.

Lo ha estado, en realidad desde septiembre de 2005 cuando el sobrino de su tío lo reemplazó en la casa de gobierno de Toluca. No se ha recatado para convertir cada aparición suya, que menudean, como gobernador del estado, en un acto de promoción personal. Pero, entre socarrón y prudente, no ha admitido de modo expreso su aspiración. Sin duda trataba de evitar que se le endilgara la acusación de realizar actos anticipados de campaña. Tras su triunfo del 3 de julio la arrogancia lo ha ganado. Ahora parece no importarle ese riesgo. En todo momento había remitido su definición, una definición obvia, al primer día en que deje de ser el gobernador. Entonces anunciará su decisión, había dicho. En realidad lo hizo el jueves pasado.

Ese día reunió a sus partidarios más cercanos. No acudieron todos los que son (faltó, por ejemplo, Humberto Moreira) pero sí son todos los que estaban. Al desayuno en que se dio noticia sobre el movimiento que encabeza ya desde ahora el gobernador nada le faltó para ser una explícita fiesta de lanzamiento.

Si bien entre los concurrentes había jóvenes, políticos nuevos, imperaba la presencia del viejo PRI. Participación notoria tenían los emisarios del pasado, madracistas descobijados desde la derrota de 2006. Uno de ellos es el senador Carlos Jiménez Macías, al que también cabe identificar con la delegación oaxaqueña, cuya orfandad es más reciente. Allí estaban los íntimos de Ulises Ruiz, que con esa aportación busca revalidarse: el senador Adolfo Toledo, los diputados Heliodoro Díaz Escárraga y Héctor Pablo Ramírez Puga.

Quien formuló la lista de invitados pareció obrar guiado por una mentalidad escenográfica. El elenco era una suerte de mosaico representativo de la clase de PRI que aspira a convocar Peña Nieto, políticos cortados por la misma tijera: Chon Orihuela, Manuel Añorve, que tras su victoria como alcalde de Acapulco no alza cabeza, ni frente a Gloria Guevara, la secretaria federal panista de Turismo. Había también quienes asistieron...

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