Plaza Pública/ Gutiérrez Oropeza

AutorMiguel Angel Granados Chapa

EL GENERAL LUIS GUTIERREZ OROPEZA DEBERA acudir hoy al tercer citatorio de la fiscalía especial que averigua los crímenes que en el pasado reciente cometieron funcionarios del Estado. Ha rehusado comparecer, en la primera oportunidad simplemente no dándose por enterado, y en la segunda mostrando documentación médica que certifica un estado de salud que le impide responder al Ministerio Público. Si se comprueba su maltrechez física, la fiscalía especial a cargo del doctor Ignacio Carrillo Prieto quizá le conceda la deferencia que tuvo con Alfonso Martínez Domínguez. En dos oportunidades, al formular su interrogatorio y al recibir la respuesta, la fiscalía acudió al hospital donde se hallaba el ex regente del Distrito Federal y a su propia casa, ambos domicilios en Monterrey. Pero si resultara que su alegada mala salud es sólo un pretexto, la próxima vez Gutiérrez Oropeza será conducido hasta la avenida Juárez, donde despacha Carrillo Prieto, por la fuerza pública, según se le apercibió ya.

Fue más sencillo llevar ante el Ministerio Público a un ex presidente de la República y a un hombre que salvo ése, ocupó todos los cargos de la jerarquía política mexicana, que a los generales a quienes se ha acusado de participar en la guerra sucia. Gutiérrez Oropeza, jefe del Estado Mayor Presidencial durante el sexenio de Gustavo Díaz Ordaz es uno de ellos. Jesús Castañeda Gutiérrez, que desempeñó la misma responsabilidad en el sexenio siguiente, con Luis Echeverría, seguirá en el turno de los indiciados. Hasta ahora, sin embargo, y a dos semanas del primer aniversario de la creación de la fiscalía (que empezó a trabajar en enero de este año), los generales parecen entender que el fuero de guerra, que les permite ser juzgados en tribunales castrenses, los protege contra actos del Ministerio Público federal.

Gutiérrez Oropeza se entendió muy bien con Díaz Ordaz. Fue su ayudante militar mientras era secretario de Gobernación, siguió cuidándole las espaldas durante la campaña electoral de 1964 y ascendió a jefe del Estado Mayor Presidencial el 1o. de diciembre de ese año. De su personal surgieron futuros ocupantes de su mismo cargo: Miguel Angel Godínez Bravo, jefe de la sección cuarta, que lo fue con López Portillo; y Carlos Humberto Bermúdez, jefe de la sección segunda (la que se ocupa de la información y la inteligencia), con De la Madrid. Castañeda Gutiérrez no figuraba en ese staff, sino que durante el sexenio de Díaz Ordaz tuvo mando de tropas, pues...

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