Plaza Pública/ Electricistas

AutorMiguel Angel Granados Chapa

Cuando hace 40 años, que se cumplieron ayer, fue mexicanizada la industria eléctrica, Leonardo Rodríguez Alcaine era ya el número dos del sindicato, uno de tres existentes entonces, que contrataba con la Comisión Federal de Electricidad. Hubieron de transcurrir 15 años más para que, a la muerte de su jefe Francisco Pérez Ríos, Rodríguez Alcaine se convirtiera en dueño del ya para entonces Sindicato Unico de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana, SUTERM. Desde entonces, durante el cuarto de siglo corrido de 1975 para acá, y una vez derrotada por el Gobierno la Tendencia democrática encabezada por Rafael Galván, Rodríguez Alcaine reinó en paz, sin permitir a nadie alzar la voz. Ese tiempo dorado ya se acabó.

Por primera vez en muchos años habrá oposición en un congreso electoral del SUTERM, donde no florece la democracia, donde el autoritarismo vertical ha sido un modo de ser. El 22 de septiembre, la Coordinación Nacional de Electricistas presentó a registro la planilla Cambio y democracia sindical, encabezada por el licenciado Jesús Navarrete Castellanos, empleado administrativo, e integrada por trabajadores de diversas áreas y regiones. La renovación del comité nacional se efectuará en el XIV congreso ordinario del SUTERM, programado para noviembre próximo. Ya el año pasado se habían movilizado miembros de ese sindicato, para oponerse a la flexibilidad con que Rodríguez Alcaine admitía la hasta ahora fallida privatización de la industria eléctrica. Pero ahora ese movimiento busca tener presencia legal. Conforme a estatutos que han sido letra muerta, porque no ha habido modo de aplicarlos, las planillas registradas tienen derecho a formar parte del comité electoral, y sus miembros deben tener facilidades laborales para hacer proselitismo.

En vez de esas facilidades, el grupo de Rodríguez Alcaine se dispone a defender sus baluartes. Ha puesto "en marcha una estrategia intimidatoria y un proceso viciado de elección, que va desde la recolección anticipada de firmas de apoyo al actual secretario general, bajo amenazas y castigo, el ocultamiento por varios días de la convocatoria, nombramiento de delegados efectivos incondicionales al dirigente nacional mediante asambleas amañadas, hostigamiento laboral y levantamiento de actas en contra de trabajadores que se suman al cambio democrático".

En su incipiente, o renovada, lucha contra el corporativismo sindical, los electricistas disidentes han recibido el aliento de una sentencia...

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