Pasillo y paseo

Cancha/Staff

MADRID.- Pasillo y paseo. Con todo y que el Barcelona no faltó a las formas y le realizó el homenaje, al Real Madrid le importaron poco los modales ya en la cancha y pisoteó al equipo que lo ovacionó minutos antes, con un 4-1 de festejo en el Bernabéu.

Uno, dos, tres, cuatro goles cantados por su afición enaltecieron el primer encuentro del equipo merengue tras la consecución del título la jornada pasada, un "Alirón" a su máxima potencia y con marco de película de hollywoodense, donde existe un rotundo vencedor y un deprimente vencido, con aplausos, reflectores y final feliz.

La alfombra roja para el Madrid se estiró desde el instante previo al juego, justo cuando sus jugadores saltaron a la cancha y ahí se encontraron con la valla que formaron los elementos del Barcelona, y entre ellos el mexicano Rafael Márquez, quien fue amonestado en el juego. Giovani entró al 23' por Gudjohnsen.

La situación se dio sin aspavientos de una y otra parte, fuera un saludo entre futbolistas de los dos cuadros o las palmadas blaugranas.

Pero ya en el verde se rompieron cortesías y agradecimientos. Ni siquiera pensó en eso el campeón porque apenas al 13' Raúl puso la primera bofetada al archirrival, y ocho minutos más tarde Arjen Robben pisó de nuevo la pleitesía de los catalanes con el segundo a bordo.

Barcelona se quedó como en cine mudo, más de lo que ya estaba desde sus eliminaciones en Liga y Champions League. Pero también pareció quedar parapléjico al no tener capacidad de reacción y concederle el manejo del juego sólo al argentino Lionel Messi, que sudó, buscó, centró, disparó y fracasó en sus esbozos, con el abandono de sus compañeros.

Y también encolerizó el Barsa. Como muestra...

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