Paloma Ramírez / Instinto

AutorPaloma Ramírez

Mi cuerpo reaccionó de manera casi instantánea al bocinazo de salida. Cual proyectil que es disparado por la acción de un resorte, así me impulsé por debajo del agua los primeros 10 metros. A la primera reacción le siguió el accionar de la brazada. Se trataba de una prueba de natación. Nada formal, sólo con gente de casa. Había que nadar por 60 minutos continuos a fin de cubrir la mayor distancia posible. En una alberca de 25 metros de largo aquello significaba un buen número de idas y venidas.

Tras los primeros 100 metros de distancia, busqué el cronómetro exterior: 1 minuto 31 segundos. No era mal tiempo y, sin embargo, el nadador de la derecha y el de dos carriles a mi izquierda iban por delante de mí. La pregunta era si podrían mantener ese paso. Todavía más significativo, si yo podría mantener mi paso o si la distancia entre nosotros crecería. Mi mente no dejaba de lucubrar.

¡Jalar! ¡Jalar más fuerte!, ordenaba a mi cuerpo. Me parecía que llevaba harto tiempo nadando, pero el cronómetro exterior me traía de vuelta a la realidad. Apenas habían transcurrido 7 minutos y feria. El nadador de mi derecha se había alejado todavía más, de ver sus pies, ya sólo alcanzaba a ver un remolino que se iba haciendo chiquito al tiempo que se distanciaba.

Mi mente comenzó con otro tipo de juegos. ¿Cuál era el sentido de todo aquello? ¿Por qué infringirse semejante castigo cuando bien podría regresar a dormir? Una cama calentita me esperaba. Conseguí acallarla a fuerza de brazadas. Busqué al nadador a dos carriles a mi izquierda. Me llevaba ventaja pero ésta se había achicado. ¿Había aflojado el paso o yo lo había apretado?

Regresé a mi brazada y traté de imprimirle ese movimiento que me hace pensar en cilindros que empujo con mi antebrazo mientras me deslizo sobre de ellos. ¡Más duro!, ¡más rápido!, gritaba cual capataz de cañaveral.

Mi cabeza era como un puchero en ebullición. Un pensamiento sustituía al siguiente. La voz del capataz fue acallada por otra más fuerte, la que hacía hincapié en el cronómetro y en el tiempo transcurrido. Llevaba 17 minutos nadando de un...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR