Palabras de José Mario de la Garza Marroquín en la comida ofrecida el 11 de octubre del 2017, a los galardonados con el premio nacional de jurisprudencia
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La Barra Septiembre-Noviembre 2017
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Actividades
Comida
a los galardonados con el Premio Nacional de Jurisprudencia
Muy buenas tardes tengan todos ustedes:
Realmente este evento que reúne a expresidentes
de la Barra Mexicana, Colegio de Abogados, a
miembros del Consejo Directivo y a brillantes
abogados que han sido galardonados con el Premio Nacional
de Jurisprudencia, es un encuentro muy signicativo para
nuestro Colegio por lo que a todos ustedes les expreso mi
sentimiento de gratitud por su asistencia.
En días pasados leí con atención las palabras que pronunciaron
nuestros distinguidos invitados al recibir el Premio Nacional
de Jurisprudencia, y me voy a permitir recordar algunos
fragmentos de ellas:
El Dr. Sergio García Ramírez, nos hizo entre otras la
siguiente reexión:
Se dice que los antiguos conductores de caminantes aplicaban
el oído a la tierra para advertir, a través de los rumores que
percibían, si había amenaza que debiera ponerlos en guardia.
Ya sabría el conductor si sorteaba o enfrentaba el peligro. Si
hoy aplicamos el oído a la supercie donde se anima y renueva
la sociedad de la que somos parte, seguramente escucharemos
advertencias. Lo que siga depende de nuestra meditación,
de nuestra imaginación, de nuestra inteligencia, y casi
también de nuestro instinto de supervivencia. Esos rumores
subterráneos --que salen, cada vez más, a la supercie--
hablan de enfrentamientos inquietantes, discordias crecientes,
desavenencias ominosas. Es posible que estos signos sean
todavía moderados, pero también lo es que sean presagio de
escenarios futuros.
Se dirá, por supuesto, que hay otros protagonistas de la
vida social que tienen la encomienda --desde natural hasta
institucional-- de oír los rumores subterráneos y actuar en
consecuencia. No sé si lo están haciendo, y tampoco sé
si lo que están haciendo es suciente. Pero me digo aquí,
entre hombres de leyes --y hombre de leyes yo mismo--,
si no debiera nuestra profesión meditar sobre estos hechos
y hacer su propia aportación calicada al establecimiento,
restablecimiento o mantenimiento --como se preera ponerlo--
de ese sustrato ético que es la tierra sobre la que se eleva el
Derecho y de la que provienen sus frutos.
El Dr. Jesús Zamora Pierce, nos compartió su vivencia al
trabajar con don Víctor Velázquez y lo expreso de la siguiente
manera:
PALABRAS DE JOSÉ MARIO DE LA GARZA MARROQUÍN
11 DE OCTUBRE DEL 2017
Eduardo Magallón Gómez, Juan Antonio Nájera Danieli, Fabián Aguinaco Bravo, Jorge Mario Magallón Ibarra, Luis Hernández Martínez, Héctor Herrera Ordóñez y Gonzalo Alarcón Iturbide.
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