Un país reprobado casi en todo

AutorJesús Cantú

El pasado miércoles 28 de enero se dieron a conocer los reportes de Transparencia Internacional (TI) en materia de percepción de corrupción, y de Free-dom House (FH) en materia de libertades, libertad de prensa y libertad en internet. Todos reprueban a México.

De acuerdo con informe de TI, el país apenas alcanza una calificación de 35 puntos, en una escala de 0 a 100, donde 0 significa "altamente corrupto" y 100 "muy limpio". Esto convirtió al país en el peor evaluado de los 34 miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

El comunicado de prensa enfatiza: "Los países en las primeras posiciones presentan características comunes que son clave: altos niveles de libertad de prensa; acceso a información sobre presupuestos que permite al público saber de dónde procede el dinero y cómo se gasta; altos niveles de integridad entre quienes ocupan cargos públicos, y un poder judicial que no distingue entre ricos y pobres y que es verdaderamente independiente de otros sectores del gobierno."

Y, en contrapartida, al establecer las constantes en los países que ocupan las últimas posiciones, además de las guerras y conñictos, "se caracterizan por su gobernabilidad deficiente, instituciones públicas frágiles como la policía y el poder judicial, y falta de independencia en los medios de comunicación".

Para corroborar las razones por las que México se encuentra entre estos últimos, el informe de FH ubica a México como un país "parcialmente libre" en general y en libertad en internet, pero "no libre" en relación con los medios de comunicación. Para respaldar esta calificación en materia de libertad de prensa se hace referencia al despido de Carmen Aristegui y todo su equipo de MVS Radio tras haber revelado la historia de la Casa Blanca de Las Lomas, propiedad de la esposa del presidente Enrique Peña Nieto, Angélica Rivera; y, desde luego, al frecuente asesinato de periodistas, especialmente aquellos que investigan temas policiacos, de tráfico de drogas y corrupción oficial.

Sin embargo, previamente habían sido la OEA y la ONU -organismos internacionales de los que México forma parte- y sus convenciones en materia de derechos humanos -que fueron firmadas por el Ejecutivo y avaladas por el Senado mexicanos- las que habían emitido informes alarmantes respecto a diversos temas vinculados con estos derechos fundamentales.

En marzo del año pasado, Juan Méndez, relator especial de la ONU contra la tortura, presentó ante el pleno...

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