El orden público en la suspensión
| Autor | Angel Juárez Cacho |
| Páginas | 170-185 |
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"El juez no puede otorgar una suspensión que derogue para el quejoso, disposiciones de orden publico. Juez Ignacio Soto Gordoa
En el incidente de suspensión, debe analizarse de oficio el perjuicio al orden publico.
Transcribe Ignacio Soto, en su libro sobre la "Suspensión del Acto Reclamado1, el criterio sustentado en el Toca R/1032-57, publicado con el numero 1101 en el apéndice del SJF de 1955, por los magistrados Rafael Rojina Villegas y Ernesto Aguilar Alvarez, con voto en contra del magistrado Edmundo Elorduy que dice: "Independientemente de los agravios que hacen valer las autoridades recurrentes, procede examinar de oficio, en primer termino, si en la especie se satisface lo dispuesto por la fracción II del articulo 124 de la ley de Amparo para conceder la suspensión del acto reclamado, en virtud de que las cuestiones de orden publico se deben tener en cuenta por el tribunal, aun cuando no hayan sido alegadas por las partes o invocadas por el inferior, como sucede en los casos de sobreseimiento, de competencia, de personalidad y en la hipótesis prevista en la fracción IV del articulo 19 de la ley de Amparo".
El orden público representa el aspecto central, más sólido y perdurable, del orden social. Es el conjunto de aquellas esencias y valores de la convivencia que una sociedad considera como fundamentales, de las relaciones humanas. Son los valores "no negociables". Se le considera sinónimo de convivencia ordenada, segura, pacífica y equilibrada. Es objeto de una fuerte reglamentación legal, para su tutela preventiva, contextual, sucesiva o represiva.
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En el Derecho Constitucional se le considera como el límite para el ejercicio de los derechos individuales y sociales. En el Derecho Privado, es el límite para la autonomía negociadora de las partes. En el Derecho Internacional Privado, es el límite para la aplicación de la norma extranjera, que no resulta aplicable si afecta el orden público del país de aplicación. El Derecho Internacional Público también considera la existencia de un orden público internacional, formado por los principios constitucionales de la comunidad de naciones; es considerado el límite de la actividad contractual y de la práctica consuetudinaria interestatal. (Néstor Raúl Correa Henao. Abogado Constitucional. Asesor de la Fundación Friedrich Ebert de Colombia, FESCOL.)
El orden público, por su parte, es una noción material que consiste en la existencia de condiciones propicias, para la convivencia tranquila y normal de la sociedad civil.
Sobre el concepto de orden público existe un origen histórico remoto: Fue tomado del derecho romano, que a su vez lo tomo de las civitas griegas, que recibieron la influencia del código de Hamurabi, derecho babilónico, hebreo y egipcio. Pero del mas acabado derecho romano pasa al código de Napoleón. Ya bien desarrollado en el continente europeo, influye directamente en Latinoamérica. La cultura jurídica contemporánea le está dando importancia, sobre todo en estudios de derechos humanos, ecología, salud, y seguridad pública.
La dogmática jurídica precisa, que el concepto orden público, se refiere al conjunto de normas e instituciones que no pueden ser alterados por ningún individuo, es decir, no está bajo el imperio de la autonomía de la voluntad personal.
Las normas de orden público, son esenciales para la conservación del bienestar social; que existen en interés a la sociedad, por oposición a las que se legislan para el interés individual. Se persigue una situación de coexistencia pacífica entre la población, se anhela la paz pública, el orden común y una sana convivencia comunitaria. El orden público, se refiere al interés de todos, protegido por el Estado, en función de la defensa de derechos y principios socialmente valiosos, por encima de aquellos particularmente legítimos, pero fundamentalmente individuales.
Ya en el derecho positivo y específicamente en el civil, tenemos muchos ejemplos, sobre todo en los que protegen a los menores y a la familia. Por eso las leyes consideradas de orden público, tienen en su articulado
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disposiciones en las que prevalece el interés colectivo por sobre el individual, incluso corporativo, ya que su fin es garantizar por sobre todo, seguridad jurídica y estabilidad al Estado de derecho. El orden público es la moral de la nación, en que viven entrelazadas todas las normas del estado, guiadas por los fundamentos constitucionales.
Savigny establecía que "el orden público interno limita la autonomía de la voluntad, en tanto que el orden público internacional limita la aplicación del Derecho extranjero".
De hecho, el orden público considerado a posteriori, es la fórmula utilizada por la mayoría de los sistemas jurídicos, cuando dejan al juez basarse en el orden público, como una válvula de seguridad o medio de defensa de la sociedad nacional.
Su naturaleza consiste, en que en el derecho público contemporáneo, se parte de una noción material, objetiva del orden público, que se refleja en la existencia de condiciones propicias para la convivencia ordinaria, pacífica y equilibrada. No sólo trata del mantenimiento material del orden en las calles, sino también del mantenimiento de un cierto nivel cualitativo de vida, que se compadezca con la dignidad humana. En este sentido, la seguridad de las personas y de los bienes, la salubridad y la tranquilidad hacen parte ciertamente del orden público, pero la noción comprende también aspectos económicos y ambientales. El orden público no es sólo la ausencia de guerra o incluso la ausencia de zozobra, sino en general la tenencia de condiciones adecuadas para vivir con dignidad.
Este concepto de orden público, presupone un elemento fundamental para su existencia: equilibrio económico entre los extremos de las clases sociales. Donde este equilibrio se desbalancea, con una extrema pobreza y riqueza y débil clase media, resulta difícil que impere el orden público. México esta viviendo la crisis de sus instituciones, porque estas ya no pueden imponerse frente a dos poderes reales, la de los carteles o vandalos y los monopolios. Los primeros se alimentan por una clase con sentimientos de venganza, por rencor social, decadencia cultural, y hundida en el peor momento educativo que hemos tenido.
Grandes corporaciones y delincuencia organizada, han roto el control institucional del orden público mexicano. La impunidad o carencia de valores y eficacia de la administración de justicia priva en todo el país. Lo peor es que los propios jueces federales, están constantemente favoreciendo con sus sentencias la ruptura del orden publico.
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La certeza en la ausencia de sanción, motiva a los delincuentes o, en todo caso, "no los desanima". Lo que se hace no es un incremento en la eficacia, sino un aumento formal del período de la pena y una mayor rigurosidad en el procedimiento, que castiga mas a la pobreza, congestionando cárceles y juzgados.
El uso de más castigo y violencia, como método de solución de los conflictos sociales y políticos, parece haberse legitimado en todas las esferas, tanto particulares como públicas, debido al casi permanente estado de conmoción interior, la precariedad institucional, principalmente de la administración de justicia.
Diferencia entre orden público e interés social
El derecho del orden publico, es el deber esencial del poder público, de hacer respetar las bases fundamentales para la sobrevivencia del ser humano, como lo son el respeto a la vida, a defenderse en un juicio, o el derecho a los alimentos. Mientras que el derecho del interés social o público, es el deber de los órganos de estado de defender el bienestar de la mayoría. El derecho de orden público protege los intereses vitales de la sociedad, como serian la vida humana, los menores, la familia y los derechos naturales, frente a fuerzas económicas o criminales.
El hombre, al igual que todas las especies de nuestro mundo, vivimos en constante competencia. Los arboles se disputan el agua y la luz del sol, ensanchando sus raíces y follaje. Las bestias depredadoras también se disputan territorios que les aseguran comida. Los humanos nacimos compitiendo desde que millones de espermas se disputaron un ovulo, todos murieron, menos uno, el que evoluciono en ti o en mi. Después de nacido la competencia sigue en todos los órdenes. Desde los griegos y romanos, las apasionantes competencias de los juegos olímpicos, enardecían multitudes, ávidas de compartir el triunfo. Pero la civilización fue poniendo reglas éticas para competir, sin...
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