Las opciones del SME

AutorJésica Zermeño Núñez

La estrategia implementada por el gobierno federal para extinguir Luz y Fuerza del Centro llevó al Sindicato Mexicano de Electricistas a un callejón casi sin salida, asegura Javier Melgoza, maestro en sociología del trabajo por la Universidad Autónoma Metropolitana y especialista en el SME desde hace 25 años.

Melgoza considera que la decisión del gobierno federal -que deja a la Comisión Federal de Electricidad como la única dependencia que dará el servicio eléctrico en la región centro del país- prácticamente borra del mapa al SME, lo relega a una posición débil y sin poder de negociación.

"El escenario puede realizarse sin el SME", sentencia el investigador.

En estas condiciones, el viernes pasado se instaló una mesa de negociación entre sindicato y gobierno.

Así las cosas, el también secretario general de la UAM describe cómo el SME podría reinventarse y sobrevivir.

La primera es que tras la contratación de ex trabajadores de LFC por CFE, como ha anunciado el gobierno federal, los nuevos trabajadores de la comisión logren mantenerse aglutinados en el SME, como una organización paralela al SUTERM, sin la titularidad para negociar el contrato colectivo de trabajo y con una presencia marginal.

"Hasta hace pocos años, un criterio a nivel nacional era que sólo podía existir un sindicato en una empresa. Ese criterio estaba fundado en la llamada 'cláusula de exclusión', que se establecía en muchos contratos colectivos. Ésa fue una práctica que utilizó durante muchos años el sindicalismo más antidemocrático. Frente a una disidencia el sindicato expulsaba al disidente, y perdía la chamba.

"Pero en 2001 la Suprema Corte decretó la posibilidad de que existan dos o más sindicatos en una misma empresa. Incluso, convalidó el hecho de que si alguien no quiere estar afiliado a un sindicato puede no estarlo, y no por eso pierde el empleo. Pero debe haber un sindicato titular, y es aquel que cuenta con la mayoría de apoyos dentro de los propios trabajadores, es el que negocia el contrato colectivo de trabajo. Ése sería el SUTERM, no el SME", explica el investigador.

Melgoza señala que aun cumpliéndose la promesa gubernamental de recontratar a 10 mil ex empleados de LFC, y suponiendo que todos continuaran apoyando a la organización sindical, el SME no podría hacer frente al gran poder que tiene el SUTERM, con más de 82 mil trabajadores activos y 31 mil jubilados en la CFE.

"Esto tendría como consecuencia el empoderamiento político de un sindicato que tampoco cuenta con las mejores credenciales, principalmente por lo que toca a su vida interna y a la vigencia de las decisiones democráticas: el SUTERM. Públicamente la lectura que algunos estarían haciendo de este proceso es que se está suprimiendo a un sindicato con...

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