A la oficina... ¿en casa?

AutorPaloma Villanueva

Decidir su horario, no tener que lidiar con el tráfico, olvidarse de la corbata, comer con su familia y trabajar a su ritmo parecen beneficios que cualquier empleado desearía, pero laborar en casa implica exigencias que no todos pueden cumplir.

En el País, de acuerdo con el Inegi, hay 12.9 millones de trabajadores independientes. De ellos, poco más de 2.1 millones laboran en su vivienda.

Esta modalidad ya no es exclusiva de los "freelancers", explica Mario Maurice de Dios, psicólogo organizacional.

El esquema ha sido adoptado por empresas como estrategia de ahorro o para evitar que empleadas valiosas renuncien al tener bebés.

Sin embargo, para enfrentar el reto con éxito, se necesita un alto nivel de disciplina y organización, poder tomar decisiones fácilmente sin ser supervisado y lidiar con el aislamiento, advierte el psicólogo.

Si no hay planeación, tener tu oficina en la habitación contigua puede resultar en jornadas excesivas de trabajo e invasión del espacio y la vida familiar.

Esto puede generar tensión, depresión por aislamiento y sobreposición de tareas familiares y laborales.

Para evitar errores comunes, el psicólogo destaca la necesidad de definir y respetar una jornada de trabajo que incluya tiempo para concentrarse en las actividades laborales y tiempo para comer.

"No puedo trabajar todo el tiempo porque me voy a quemar, lo que se llama 'burn out'. También tengo que establecer horarios máximos de trabajo, y las pausas para la salud son de 15 minutos cada dos a tres horas de trabajo", señala.

Jorge Sandoval, catedrático en psicología laboral de la UNAM, dice que el trabajo en casa podría invadir la dinámica familiar y generar tensión.

"No puede adueñarse de la única computadora que haya en la casa. Se debe considerar que sus hijos y su pareja tienen derecho de ver la tele, jugar, hacer ruido si quieren.

"Entonces, tiene que procurarse un espacio para concentrarse sin impedir que el resto de la familia desarrolle sus actividades cotidianas", señala.

El aislamiento es otra de las desventajas de este esquema, apunta Sandoval.

No relacionarse cara a cara con los compañeros de trabajo puede afectar a algunas personas más que a otras.

"Si no busca socializar con personas ajenas a su familia, puede experimentar sensación de angustia, ansiedad e...

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