Qué es el offshoring y cómo puede formalizarse
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Tras el impacto de la globalización en el ámbito comercial, las empresas tienden a salir al extranjero en busca de nuevas opciones de mercado.
Estas opciones incluyen también la búsqueda de reducción de costos, innovación, incremento en la productividad y regulación laboral más favorable a los procesos productivos.
Así, llegó a México el concepto denominado offshoring, que se refiere al trabajo profesional a distancia, es decir, se trata del traslado de algunas operaciones de empresas de países desarrollados hacia naciones emergentes.
El término offshoring significa deslocalización y alude a la transferencia al extranjero de ciertas operaciones o actividades de negocio, donde generalmente los costos son más bajos que en el país de origen.
En ocasiones, el offshoring es confundido con el outsourcing; este último se refiere a la transferencia de una actividad, proceso o función interna a una compañía externa en el mismo país, es decir, la subcontratación de servicios a otra empresa o proveedor.
En cambio, en el offshoring una compañía mueve toda una unidad de negocio interna a otro país. Esto puede ser a través de un contrato con un tercero o una subsidiaria, mediante un joint venture (alianza estratégica entre dos o más partes).
Quizá la similitud en los conceptos es que en el outsourcing los servicios se ofrecen a bajo costo ubicando las localizaciones geográficamente más cercanas -modelo denominado nearshoring-, y en el offshoring se busca que los procesos del negocio se realicen también a bajo costo, pero su traslado es a otros países.
El offshoring adquiere diferentes formas y regularmente se lleva a cabo con compañías que han desarrollado una base organizacional que desea tener acceso a proveedores de toda clase de servicios organizacionales conocidas como Business Process Outsourcing, y con proveedores que pretenden establecer alianzas estratégicas en otros países para un futuro crecimiento de sus operaciones.
El offshoring incluye cualquier proceso del negocio, como producción, servicios o transferencia intelectual, entre otros.
Así, el offshoring de producción implica la relocalización de los procesos completos de fabricación, por ejemplo, la fabricación de componentes electrónicos en Taiwán, la producción de ropa o de juguetes en China, etcétera.
Sólo debe tomarse en cuenta que para el desarrollo de nuevos productos la situación se complica relativamente, pues quizá la mano de obra barata no esté apta para nuevos procesos, y el desarrollo de capacitación resulte más costoso, sin contar con las necesidades de cambio de tecnología requeridas.
Respecto a los servicios offshoring, éstos se ligan a la disponibilidad de grandes cantidades de infraestructura confiable y necesaria para la comunicación, telecomunicación y la extensión de Internet en los últimos años.
Así, en la década de los noventa, muchas empresas del ramo consideraron la posibilidad de cambiar la producción de servicios de comunicación a la India, donde tras un exhaustivo estudio, se ubicó una amplia población de habla inglesa que permitió la instalación de la industria offshoring, que abarca los procesos de centro de llamadas y tratamiento transaccional.
Además, con el crecimiento del talento barato y la demanda masiva para resolver el problema Y2K en el año 2000, la India atrajo los grandes proyectos de desarrollo del software para los clientes ubicados en Estados Unidos.
Actualmente, el talento de la ingeniería de la India ha logrado ser el destino offshoring de las firmas de alta tecnología americana, como Intel, Microsoft, Oracle y Cisco.
Otros destinos offshoring son Brasil y las Filipinas, que cuentan con grandes recursos técnicos disponibles.
El movimiento del trabajo de manufactura al...
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