Odisea a favor del medio ambiente

AutorEmilia Martínez

Cuando Bertrand Piccard atravesaba el océano Pacífico a bordo de un avión que funciona a base de energía solar sentía que se había transportado al futuro.

El suizo y su compañero André Borschberg estaban por completar un recorrido de 8 mil 924 kilómetros, para el cual no utilizaron ni una gota de combustible.

Cuando aterrizaron en Hawaii, procedentes de Nagoya, Japón, rompieron un récord por haber viajado 5 días sin carburante.

Las fotografías del 3 de julio de 2015 muestran a ambos pilotos sonrientes, alzando los brazos y con collares de flores alrededor de sus cuellos. Sin embargo, Piccard confiesa que ese aterrizaje también fue como recibir un balde de agua fría.

"Mientras volaba a bordo del Solar Impulse II observaba el sol y pensaba: no tengo combustible, no genero contaminación ni ruido. Tenía la impresión de que había saltado al futuro, como en una historia de ciencia ficción", comenta el médico y también explorador.

"Pero estaba equivocado, yo estaba en el presente y el resto del mundo en el pasado. Odié aterrizar, porque fue como un salto al pasado, a un mundo que todavía utiliza sistemas que contaminan, destruyen al medio ambiente y agotan nuestros recursos naturales".

Piccard y Borschberg son los creadores del avión Solar Impulse II que le ha dado la vuelta al mundo propulsado únicamente por el sol.

El psiquiatra suizo se reconoce a sí mismo como un pionero, y a pesar de las marcas alcanzadas, su objetivo no es multiplicarlas o industrializar el aeroplano, sino demostrar que es posible utilizar tecnologías limpias para salvar el planeta.

"Podemos depender 100 por ciento de energías renovables, no mañana, pero sí para 2050 si empezamos a trabajar ahora", asevera Piccard, quien durante una visita a México a mediados de mayo se reunió con el Secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Rafael Pacchiano, y el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera.

El creador suizo considera que, a diferencia de cuando inició el proyecto de Solar Impulse hace 15 años, hoy existen soluciones rentables para proteger al medio ambiente, y sería un verdadero crimen ni siquiera tratar de llevarlas a cabo.

"Siempre le digo a mi equipo que si fuera sencillo alguien más ya lo hubiera hecho", sostiene.

"Al arrancar el proyecto Solar Impulse enfrentamos distintos retos: construir el avión, atraer fondos y permisos, conseguir la tecnología adecuada... pero el verdadero problema fue el tener que explicar a la gente por qué lo...

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