Obligados a borrar el 2020

AutorCarlos Alberto Velázquez

A Ferrari no le puede ir peor que la temporada 2020, la campaña más mala del equipo en 40 años.

Más de mil carreras en la Fórmula Uno en 70 temporadas y una tradición respalda a la Scuderia, que tratará de que el bache enorme en el que cayeron la campaña pasada se quede enterrado en la memoria y nunca vuelva a salir.

Para esto, decidieron renovar su alineación, deshaciéndose de un cuatro veces campeón del mundo, Sebastian Vettel, para traer a un no tan novato Carlos Sainz, quien después de seis temporadas en el Gran Circo presume un franco ascenso.

Junto al monegasco Charles Leclerc, el español de 26 años intentará regresar al Cavallino Rampante al lugar que se merece, lo más alto del campeonato.

Matia Binotto, jefe de equipo, ha decidido darles a ambos conductores la libertad de pelear por sus resultados, lo que, según el directivo, le traerá cosas positivas a la escudería.

En el pasado, el equipo italiano siempre había corrido con la estrategia de un piloto número uno y un número dos, tal y como sucedía con Michael Schumacher y Rubens Barrichello.

Vettel era su líder hasta hace algunos meses, pero ahora las cosas cambiarán.

"Es muy importante que no se hagan daño entre ellos, eso está claro, pero creo que ellos tendrán las mismas oportunidades, de hecho, desde el arranque de la temporada.

"Nuestra prioridad, como he dicho en ocasiones anteriores y lo seguiré manteniendo, será el optimizar los puntos en equipo. Por lo que en algunas carreras, será importante que los dos estén ayudando a que se realicen las decisiones de equipo o aceptándolas, con el sólo objetivo de optimizar lo que son los intereses de la escudería", aseguró Binotto.

Además de basar su confianza en la dupla Leclerc-Sainz, la Scuderia se fiará en que su monoplaza SF21 no falle como lo hizo el SF1000, con el cual celebraron su millar de Grandes Premios en el pasado GP de la Toscana, en Mugello, su casa.

No fue un festejo con champaña, pues Leclerc finalizó en octavo y Vettel en décimo, nada digno para un gran aniversario.

Es por eso que otros cambios que se intentaron hacer fueron en el monoplaza, a pesar de las restricciones en regulaciones.

En lo exterior, el SF21 representa claramente lo que quiere Ferrari para este año, al haber utilizado un poco de verde, color que utilizaba en su 125S de 1947.

El Cavallino Rampante desea aprender de sus errores del pasado, confiando en su tradición y volteando a ver el futuro con dos pilotos jóvenes.

Twitter: @CVelazqueCANCHA

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