La nueva política de la globalización, los sistemas políticos y su importancia en las relaciones internacionales

AutorLuis Enrique Concepción Montiel
Páginas71-104
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INTRODUCCIÓN
Con la intensificación de los fenómenos de la globalización y el estableci-
miento de un nuevo orden mundial, –el cual se está redefiniendo– las relacio-
nes internacionales se han transformado y han venido adquiriendo una mayor
relevancia. Los estados-nación que tradicionalmente han sido el eje de estas
relaciones también se han modificado, e incluso parecen haber llegado a su
fin o, por los menos, han de perder peso en un mundo aparentemente sin
fronteras. Ante ese nuevo escenario global es oportuno replantearse la natu-
raleza misma de las relaciones internacionales y el papel que desempeñan
los estados-nación, específicamente sus sistemas políticos. Sostenemos que
frente a la emergencia de un “gobierno global” y el poder de decisión, así
como la determinación de las fuerzas transnacionales en los diversos países,
se requiere la democratización de estos organismos internacionales y el
fortalecimiento de los estados nacionales con sistemas políticos consolida-
dos que puedan ejercer su influencia en la toma de decisiones globales que
afecta a los intereses nacionales y locales. En otras palabras, los sistemas
políticos sí importan como expresión política y deben incidir en la demo-
cratización de las relaciones internacionales. Este trabajo inicia con una
descripción del nuevo orden mundial y la transformación de las relaciones
internacionales, por lo que analizaremos los nuevos enfoques para su estu-
dio. En un segundo momento, centramos el debate sobre el Estado-nación.
Capítulo IV
La nueva política de la globalización,
los sistemas políticos y su importancia
en las relaciones internacionales
LUIS ENRIQUE CONCEPCIÓN MONTIEL
72 Luis Enrique Concepción Montiel
Nos preguntamos si ha llegado a su fin o podremos esperar un resurgi-
miento y fortalecimiento. Aunado a la reflexión anterior, establecemos las
características más relevantes de los principales sistemas políticos contem-
poráneos, y finalmente analizamos la naturaleza de la nueva política de la
globalización y la necesidad de su democratización.
LA GLOBALIZACIÓN Y LAS TRANSFORMACIONES
DE LAS RELACIONES INTERNACIONALES
Asistimos a la construcción de un nuevo orden mundial que –entre otros
factores, como el fin de la guerra fría– el triunfo del capitalismo y la globa-
lización han venido impulsando. Al intensificarse, la globalización ha sus-
citado vertiginosas transformaciones en todos los órdenes: se han superado las
distancias físicas; los espacios se han vuelto comunes; el mercado ha dejado
de tener fronteras; hay una producción multinacional de bienes y servicios;
hay una nueva división internacional del trabajo; la comunicación es inme-
diata y vertiginosa; el intercambio cultural se ha intensificado; hay patrones
comunes de conducta; se ha creado una identidad global; las costumbres y
tradiciones se cuestionan; la movilidad humana parece no conocer límites;
se han creado nuevas instituciones internacionales; se ha fomentado la coo-
peración internacional; hay problemas de escala mundial que requieren,
dicho sea de paso, soluciones de la misma naturaleza. Lógicamente, estas
transformaciones globales han implicado que las relaciones internacionales
se hayan multiplicado y que la interdependencia entre los estados se haya
incrementado.
Conforme a lo anterior, la globalización la podemos entender “como la
ampliación, profundización y aceleración de una interconexión mundial en
todos los aspectos de la vida social contemporánea, desde lo cultural hasta
lo criminal, desde lo financiero hasta lo espiritual” (Held y McGrew,
2002: XXX). Aquí el concepto central es la interconexión, pero hay otro tér-
mino clave, que bien explica gran parte de este fenómeno como es la inten-
sificación. “La globalización puede definirse así como la intensificación de las
relaciones sociales mundiales que enlazan localidades distantes, de tal forma
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La nueva política de la globalización, los sistemas políticos
que los acontecimientos locales son configurados por los sucesos que ocurren
a muchas millas de distancia y viceversa”1 (Giddens, 2005: 60).
Sobre la globalización y su entorno se ha generado un intenso debate
que trasciende el reconocimiento como real o aparente sobre la intensifica-
ción de su interconexión. Las diferencias, las podemos identificar en la mis-
ma naturaleza de la globalización, en sus causas y en sus consecuencias. En
este debate sobre la globalización podemos identificar, según Held y
McGrew (2002), tres escuelas de pensamiento: hiperglobalizadoras,2 escép-
ticos y transformacionalistas.
Los hiperglobalizadores sostienen que los pueblos están cada vez más supe-
ditados a las normas de mercado global (Ohmae, 1990),3 mientras que los
escépticos consideran que la globalización es un mito4 que lo encontramos en
1 “Globalization can thus be defined as the intensification of worldwide social relations which
link distant localities in such a way that local happenings are shaped by events occurring many miles
away and vice versa” (Giddens, 2005: 60).
2 Los hiperglobalizadores son llamados, por Giddens, radicales y los describe del siguiente modo:
“Los radicales afirman que no sólo la globalización es muy real, sino que sus consecuencias pueden
verse en todas partes. El mercado global, dicen, está mucho más desarrollado incluso que en los años
sesenta y setenta, y es ajeno a las fronteras nacionales” (Giddens, 1999: 21).
3 Los autores a los que hacemos referencia en las diversas escuelas son citados por Held y Mcgrew
(2002). Las fuentes son: K. Ohame (1990), The Borderless Word, Londres, Collins; Hirst y Thompson
(1996), Globalization in Question: The Internacional Economy an the Posibilities of Governance, Cambridge,
Polity Press; Hirst y Thompson (1996a), “Globalization: ten frecuently asked questions and some
surprising answers”, Sounding, 4; J. Rosenau (1997), Along the Domestic-Foreing Frontier, Cambridge,
Cambridge Universiy Press.
4 Hirst y Thompson afirman que la globalización como la plantean los hiperglobalistas es un
mito arguyendo lo siguiente: 1. “In some respects, the current international economy is less open and
integrate than regime that prevailed form 1870 to 1914. 2. Genuinely transnational companies appear
to be relatively rare. More companies are based nationally and trade multination ally on the strength
of a major national locations of assets, production and sales, and there seems to be no major tendency
towards the growth of truly international companies. 3. Capital mobility is not producing a massive
shift of investment and employment from the advanced to the developing countries. Rather foreing
direct investment (
FDI
) is highly concentred among the advanced industrial economies and the Third
Word remains marginal in both investment and trade, a small minority of newly industrializing coun-
tries apart. 4. At some of the extreme advocates of globalization recognize, the Word economy is far
from being genuinely ‘global’. Rather, trade, investment ad financial flows are concentrated in the
Triad of Europe, Japan and North America and this dominance seems ser to continue. 5. These major
economic power the G3, thus have capacity, especially if they coordinate policy, to exert powerful
governance pressures over financial markets and other economic tendencies. Global markets are thus
by no means beyond regulation and control, though the current scope and objectives of economic
governance are limited by the divergent interests of the great powers and the economic doctrines
prevalent among theirs elites” (Hirst, P. y Thompson, 2005: 98-99).

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