Noé Sotelo / La luminosidad del cómic oscuro

AutorNoé Sotelo

El cineasta texano Robert Rodríguez hizo que el escritor y artista gráfico Frank Miller pecara: después de escribir los guiones para las dos secuelas de Robocop, Miller prácticamente juró que no volvería a vender los derechos de su obra; sin embargo, a partir de hoy todos los capitalinos podrán ver una idea original de este artista en la pantalla grande, La Ciudad del Pecado (Sin City, Estados Unidos, 2005).

La tentación fue una secuencia que Rodríguez le mostró al artista gráfico, quien quedó fascinado y no sólo le concedió los derechos de uno de sus “hijos” predilectos, la novela gráfica Sin City, sino que además aceptó codirigir la adaptación cinematográfica de la misma. El motivo del pecado: el grado de fidelidad que propuso Rodríguez.

“El blanco y negro fue para ser fiel a las historietas y también me ayudó a estilizar la violencia y la acción; si no hacíamos la película de esta forma, se podría mal interpretar, quería ser muy fiel al comic”, aseguró Rodríguez en una entrevista para Primera Fila.

Se trata de una apropiación de la estética de los comics nunca antes vista, según palabras del crítico Ernesto Diezmartínez, y es que La Ciudad del Pecado logra plasmar en la pantalla grande el mundo que Miller creó en el comic, a partir de set virtuales, maquillaje, contraste entre colores y encuadres, todo para formar un ambiente muy cercano al expresionismo, corriente artística que surgió en Alemania a principios del siglo 20.

La cinta fue filmada en Troublemaker Studios, propiedad del director Robert Rodríguez, quien determinó filmar en lo que se conoce como “pantalla con fondo verde”, una especie de set virtual.

Primero se grabaron las secuencias con el elenco, como si se dibujaran, y posteriormente con ayuda de la tecnología se colocaron los escenarios cuadro por cuadro. De esta forma se logró crear la textura lluviosa y “arenosa” de la película, tal y como es en el comic.

El experimento resultó todo un reto y una novedad para los actores, quienes no estaban acostumbrados a trabajar de esta forma.

Como explicó Rodríguez, el blanco y negro de la película logra estilizar la violencia: la sangre, por ejemplo, es blanca como en las...

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