Narran caso de engaño a personal doméstico

AutorRégulo Cantú

Una llamada fue suficiente para que ladrones consiguieran extraer dinero y pertenencias en una residencia.

Hablaron a la casa, una persona que allí laboraba contestó y fue engañada por un supuesto "Primo Jorge Alberto" de la familia quien con engaños hizo que encontrara dinero en el clóset, juntara joyas en una bolsa y las llevara en un taxi a una casa de empeño para después realizar depósitos en una tienda de conveniencia, en las cuentas de los delincuentes.

Y no conformes, la hicieron ir a una ferretería para comprar unas tijeras especiales para regresar a la casa y poder abrir la caja fuerte.

Sin embargo, los propietarios de la residencia, que prefirieron omitir su nombre y dirección llegaron y detuvieron la acción.

EL ENGAÑO

En entrevista, la señora dueña de la casa cuenta sobre la estafa que padeció la señora que le ayudaba. Toda la familia se había ido y ella se quedó sola.

"Yo había tenido mucha rotación de ayudas, de empleadas domésticas, y a todas las que llegaban, les advertía lo de la extorsión: no hay que contestar el teléfono si no dice en el teléfono inalámbrico, vienen identificados los números de las personas a las que les puedes contestar, ya sea el mío, el de mi esposo, el de mis papás, el de mis hermanos.

"Y en una de las tantas que desfilaron, porque era mucha rotación, yo ya no sabía a quién le había advertido sobre eso y a quién no. Entonces, me descuidé, y a esa persona no le dije".

Ella y su esposo estaban fuera de la ciudad, a una hora y media de distancia en automóvil.

"Yo estaba en una junta y me manda un mensaje a mi celular: 'señora, ¿me está hablando por teléfono?' Yo como estaba en una junta no vi mi celular y luego pasó el tiempo. Y cuando yo le intentaba llamar, me marcaba ocupado, ocupado, ocupado; le marcaba a la casa y me mandaba ocupado, ocupado, ocupado; y en ese tiempo ella ya estaba haciendo todo lo que le estaban diciendo.

"Ya no me pude comunicar con ella ni por mensaje, ni por celular, ni por teléfono. Se nos hizo muy raro, nos salimos de la junta, nos regresamos a mi casa, estábamos a una hora y media de distancia porque no estábamos en la ciudad. Llego, y justo cuando iba entrando a mi cochera, ella venía con una bolsa de Home Depot, con unas tijeras para cortar el zacate, y una bolsa ziploc con un cambio de dinero, y una bolsa ziploc con unas cadenas y unos aretes".

La sorpresa del matrimonio fue mayúsculo.

"Obviamente mi esposo se enfurece y dice, '¿qué hiciste?', '¿por qué no nos...

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