Muere el 'padre' de la arrachera
| Autor | EL NORTE / Staff |
Como restaurantero y como hombre de negocios, don José Inés Cantú Venegas fue exitoso y no tenía límites, pues en todo veía oportunidades para crecer y generar trabajos.
Considerado el padre del término "arrachera" y de la famosa salchicha "aza", que luego muchos copiaron, murió el 15 de este mes a los 87 años de edad.
Amante del cabrito, sobre todo en salsa; de las carnes asadas al carbón, principalmente del rib eye y su costilla, de las chuletas de cordero y del rack, de las tortillas de maíz recién hechas, como las que se sirven todos los días en sus restaurantes Regio, de los turcos y las glorias, vivía compartiendo hazañas que aderezaba con un gran humor.
Una de ellas, por cierto, fue la inclusión de la palabra "arrachera" en el Diccionario de la Real Academia Española, donde se indica que tuvo su origen en México y que es un "corte de carne de vacuno, extraído del músculo del diafragma".
Su hija, Yolanda Cantú Chapa, apegada a los restaurantes fundados por su padre, explica que el término viene del cincho de la silla de montar, que es el que se amarra alrededor del estómago del caballo para sujetarla, y don Inés, pensando en la carne que cubre y amarra el estómago de la res, decidió llamarla así, arrachera.
Como empresario, además de los restaurantes Regio fundó la fábrica de embutidos Ponderosa, donde se hace la salchicha "aza" y otras especialidades.
Esta salchicha inicialmente se la hizo a don Inés un trabajador que había estado en Alemania, todo un maestro de las salchichas, aclara Yolanda, como un producto especial para asar.
A él le gustó tanto que le pidió más a su empleado y no vaciló en producirla, sin imaginar que sería tan bien acogida y copiada por otros. Hoy, además de la "aza", también comercializan la salchicha polaca.
Ponderosa creció y, además de embutidos, introdujo quesos que la familia produce en una fábrica que tiene en Saltillo.
Como una manera de bajar precios y llegar a otros mercados, creó otras marcas de embutidos más económicas, como La Granja y Girasol, señala Yolanda.
Sin embargo, uno de sus mayores éxitos fue la empacadora de carne de equino que estableció en Zacatecas, pues afirmaba que era la más grande de México y que, a través de embarcaciones, la llevaba a diversos países.
Con los años, le apostó a otros giros, como la hotelería, construyendo un Hotel Fiesta Americana en el corazón de Monterrey, en la antigua Zona Rosa.
Por esta actitud emprendedora que transmitió a su familia, en el 2006 recibió la...
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