En motocicleta por el mundo

AutorIván Fuentes

En mayo de 2010 Iván Fuentes inició una singular travesía a bordo de su motocicleta. ¿El propósito? Recorrer 150 mil kilómetros alrededor del mundo, en un lapso de dos años y medio.

A lo largo de estos meses, Iván ha cruzado desiertos: el de Gobi (en el centro de Asia) y del Sahara (al norte de África). Ha recorrido la tenebrosa Ruta de los Huesos (en Siberia) y cruzado las estepas de Kazajistán.

En su adrenalínica ruta, Iván ha conocido las entrañas de varios destinos y compartido experiencias con nómadas y familias que no sólo le han convidado su comida sino que, además, le han permitido asomarse a su hogar y vida cotidiana.

Complicado es mostrar en un solo artículo, un viaje que día a día se ha ido llenando con vivencias. Sin embargo, Iván nos comparte -de su bitácora de viaje- las cinco experiencias que, hasta este momento, atesora con más cariño.

Quizá este quinteto de recuerdos inspire a otros a realizar su propia travesía o a formar parte de la aventura, a través de estas líneas.

1 La partida

Parece que fue ayer ese sábado 8 de mayo cuando comenzó la travesía. Han pasado 14 meses y hay días que recuerdo más que otros. Pero imborrable -sin duda- es aquella jornada en la que empezó la aventura. No había dormido la noche anterior. Organizaba y reorganizaba la maleta, como si me negara a cerrarla. Era el principio de la despedida. La emoción me invadía, pero era inevitable alejar la idea de que, tal vez, no volvería a ver a mi familia. Eso me cimbraba.

Incluso cuando ya había viajado por Europa en motocicleta, durante seis meses, no tenía clara la logística de este viaje. ¿Debía empacar las bengalas y la antena extra para el GPS?

La cita:10 de la mañana en la glorieta de Venustiano Carranza, en la salida norte de Saltillo. Eran las ocho y aún seguíamos armando las motocicletas. (Hablo en plural pues Héctor Galindo; amigo, prácticamente hermano, inició esta aventura a mi lado, hasta que en Mongolia, entrando al Gobi y casi a punto de cumplir cinco meses de viaje, un accidente lo obligó a dejar su moto y seguir su propio camino mochila a cuestas).

Un grupo de motociclistas que desde Monclova, Coahuila, había reunido la Asociación de Motociclistas del Norte (AMODEN), así como algunos medios de comunicación y representantes del Gobierno de Coahuila estaban ahí para echarnos porras. El secretario de Turismo del Estado daría el banderazo. La línea de salida estaba marcada. Los coches y las patrullas nos escoltarían hasta la frontera.

Llegar a Monclova fue nuestro primer gran logro. Luego de comer, el convoy nos dejó partir solos...

Hoy me da risa aquel inicio de la travesía, aquella epopeya donde llegué a dudar si íbamos a salir vivos de México. Definitivamente, creo que como viajero he mejorado. Por cierto, Héctor también ha llegado lejos con su mochila a cuestas. Prácticamente ya visitó todo Asia y sigue recorriendo el mundo, mi hermano.

2 La grandeza del desierto

En febrero de 2010 estaba entrando a Mauritania, un país africano completamente musulmán. Sin duda es el destino que más me ha generado un impacto cultural. Fue ahí, en una parte del desierto del Sahara...

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