Motivos íntimos de Madero

AutorAbel Camacho Guerrero
Páginas79-82

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Dos motivos, dos resortes de carácter espiritual, para decirlo de una vez, empujaron al señor Madero a que aceptara iniciar la singular empresa revolucionaria que realizó: una sensibilidad cívica que le hizo comprender la necesidad de cambiar mejorando la vida del pueblo y la mesiánica creencia de que era la misma Providencia la que lo llamaba a cumplir la misión que al fin realizó.

Acorde con lo anterior, es verdaderamente impresionante leer y analizar la correspondencia que se cruzaron, de un lado, el abuelo y los padres de don Francisco

  1. Madero, y de la otra parte, él. ¿Por qué se dice que es impresionante analizar el contenido de dicha correspondencia? Sencillamente por dos razones.

Primero.- ¿Cómo se explica que siendo Madero hombre adulto y cabeza de hogar, se resistiera a publicar su libro "La Sucesión Presidencial en 1910" y a jefaturar el movimiento que al fin encabezó, si sus padres no le daban autorización para hacerlo?

¡Qué devoción, fuera del tiempo contemporáneo, la de él, al cariño y respeto filiales!

Segundo.- En su ámbito de militante espiritista, al sentir el reclamo que le hacen las agobiantes circunstancias en que vive México, siente que ha sido elegido por la Providencia, según lo dice reiteradas veces, para liberar de la opresión al subyugado pueblo mexicano.

El viejo don Evaristo, el abuelo, hombre de larga experiencia y sentido pragmático, en forma admonitoria le advierte que si decide enfrentarse al Dictador éste tomaría medidas de represalia económica contra todos los miembros de la familia Madero, y aún más, sus propios padres, así como algunos otros familiares, lo previenen del peligro a que se expone si abre la lucha contra la dictadura porfiriana, pero Madero pide y suplica a sus señores padres, que le muestren su conformidad para que él pueda lanzarse a la batalla, y seguro como está de que es la Providencia la que le encomendó que cumpla la misión que se ha fijado, una vez que tras repetido regateo, sus padres le otorgaron el consentimiento que anhela tener, Madero declara que con toda fe y confianza se lanzará a la lucha, y que ante el deber que tiene de cumplir la misión que le ha sido señalada, carece de importancia cualquier peligro al que tenga que enfrentar.

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¡Qué particular tesitura de un presunto caudillo revolucionario!

Ciertamente a don Francisco I. Madero se le juzga con frecuencia por un racionalismo materialista, corriente política contemporánea, catalogándolo a cada paso como a un buen loco, como a un loco bueno, saturado de hambre de divinidad hasta tocar en su...

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